A pesar de que los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), correspondientes a febrero 2023, ubican a la indumentaria y el calzado entre los rubros de menor variación (con un 3,9% de aumento), las costumbres cambiaron desde mediados del año pasado. La luz amarilla para la temporada otoño invierno 2023 está encendida ante la falta de consumo.  

La gran caída comenzó en julio del año pasado cuando por primera vez en 30 años el INDEC registró un aumento del 100,5% en la categoría “Prendas de vestir y calzado”, en comparación con el mismo mes del 2021. Así, a fines de 2022, el consumo en el rubro bajó entre un 30 y un 20%.  

En la actualidad, los comerciantes del sector señalan que el otoño tardío retrasó las ventas con especial foco en el segmento mayorista. Además, con una economía más ajustada y altos índices de inflación las prioridades de los consumidores dejan a la ropa en un segundo plano. 

“Cuando baja el poder adquisitivo, lo primero que restringe la gente es la compra de indumentaria. Primero se come y luego se viste”, expresó a este medio Jorge Sauan, al frente de la marca Unimog y agregó que sin ser malas las ventas tampoco fueron las esperadas. Fechas puntuales como el día de la madre y las fiestas no tuvieron el ritmo de otros años.  

Invierno corto

En este marco, la colección otoño invierno 2023 ya está fabricada desde hace varios meses, con costos que treparon entre 100% y 120 por ciento. Vale destacar que con el inicio del otoño son 90 días los fuertes en una zona del país donde el invierno es corto y las compras de productos afines merman en julio. Por lo tanto, según los comerciantes “estar preparado”, es la clave para salir derecho ante el inminente cambio en la vidriera.  

“El desafío de todos ahora es concentrarse en el producto, estar más encima de los costos ya que hay stock de materia prima y necesidad de venta”, detalla Sauan al tiempo que resalta una mayor disponibilidad de mano de obra especializada, un flagelo que irrumpió junto con la pandemia.  

Con respecto al cepo a las importaciones y la escalada en el valor del dólar blue, el problema no es nuevo pero los empresarios tienen mejores perspectivas para los meses venideros. “Tenemos expectativa que sea una buena temporada porque este año vamos a contar con más productos de los que contamos el año pasado, que por distintas circunstancias no pudimos recibir”, aclara a Ecos365 Nelson Graells titular de la cadena Sport78.  

El empresario rosarino recordó que durante el 2022 sus proveedores habían tenido muchas faltas de productos y eso se reflejó en las ventas. Por lo tanto, lo que esperan frente a un panorama distinto es que los consumidores al tener una propuesta mucho más amplia podrían tener una venta superior a la del año pasado o por lo menos mantenerla.  

“Ese es nuestro pronóstico ya que los productos importados están mejor que el año pasado y que los últimos dos años. Va a haber una presencia superior según la palabra y el compromiso que tenemos de cada marca. Esperamos que así sea”, concluyó el comerciante.