Después de una extensa campaña electoral, en la última semana se evidenciaron de manera contundente los modelos prácticamente opuestos que proponen los candidatos a la presidencia, Sergio Massa y Javier Milei, para abordar la crisis económica en Argentina. A pesar de las marcadas diferencias entre estas visiones, surgen elementos en común que deben abordar con urgencia ambas propuestas: inflación, déficit fiscal, tarifas, salarios, entre otros.
Los dos candidatos reconocieron que apuntan a la búsqueda del equilibrio en las cuentas públicas para evitar una espiralización mayor de la inflación. Con escaso financiamiento externo y limitada capacidad para emitir deuda en el mercado interno, la emisión monetaria a fondo se presenta como la única alternativa. En diciembre, el Banco Central se verá obligado a emitir una cifra sin precedentes, superando los dos billones de pesos. Una decisión que le meterá mayor presión a la inflación.
Al respecto, los dos candidatos presentaron algunas propuestas para eliminar el elevado déficit fiscal, que supera el 12% del PBI, pero no todas las cartas de cómo lo harían.
La estabilización económica es esencial para, primero, recuperar la confianza de los actores económicos, pero también para tratar de frenar el ritmo inflacionario y después para atraer inversiones.
En el caso de Massa, enfatiza la protección de la industria nacional, un tipo de cambio alto y la necesidad de tiempo para levantar el cepo. En tanto, Milei habló de una dolarización, pero fue corriéndola como medida de largo plazo. La diferencia está en la velocidad de apertura del cepo.
Sea cual sea el ganador, a partir de mañana no hay margen para perder tiempo. La inflación pronosticada para noviembre supera el 10%, y en diciembre podría ser mayor, dependiendo de la evolución de la brecha cambiaria.
La posibilidad de una salida desordenada de la crisis es latente, amenazando con una explosión en el verano. La ventana de tiempo para restaurar la confianza y trazar un nuevo rumbo después del 10 de diciembre es muy limitada.
Todos los actores económicos coinciden en que hay seis meses duros por delante, sea cual sea el ganador, a la espera de la llegada de los dólares de la cosecha. También las lluvias aliviarán la demanda de dólares por otra vía, al mejorar la perfomarce de la generación de energía hidroeléctrica y la entrada en marcha del gasoducto Néstor Kirchner.
Pero hasta ese momento el presidente que hoy elija el Soberano deberá capear sus primeros meses de gobierno en un duro escenario para la Argentina.
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