Las ventas según la Resolución 230/16 de la DNL presentaron para el mes de enero de 2025 un volumen 7,4% superior al mes pasado y en litros de leche equivalente un +2,4%.
La comparación interanual (ene/25 vs ene/24) indicó un incremento del 17,4% en volumen de productos y una suba del 15,6% en litros de leche equivalentes. Ya se venía marcando en los últimos meses una importante desaceleración en la caída interanual del primer semestre de 2024, y se consolida la recuperación en el acumulado del año y en este inicio de 2025.
Cabe aclarar que la Resolución 230 captura una porción mayoritaria de las ventas totales, quedando fuera ventas. Además, escenarios como el actual donde hay un fuerte deterioro de los ingresos reales de la población, hacen que proliferen las “ventas informales” que obviamente ninguna estadística puede registrar y además han crecido fuertemente productos (análogos) que por precio sustituyen el consumo de lácteos, como rayados, bebidas con lácteos, margarinas y otros similares.
El Balance Lácteo que dispone de los valores de producción, existencias, importaciones y exportaciones de información oficial, calcula por diferencia el consumo. Para enero del 2025 determinó un aumento interanual del consumo doméstico total del 0,5% muy inferior al crecimiento del 15,6% de las ventas que registra la Resolución 230, lo cual nos podría sugerir que hubo una fuerte caída en las ventas/consumo de las empresas que no captura datos la resolución mencionada (el 40% o más de la leche total).
A pesar de los comentarios, respecto al cuidado que hay que tener al analizar las bajas y subas de ventas de los diferentes productos en el período actual, lo que es contundente es que las ventas y por ende el consumo, presentan en los últimos años una tendencia a la baja en general y una primarización del mismo (productos más básicos: leches fluidas no refrigeradas, quesos al peso de segundas y terceras marcas y yogures bebibles de litro) en detrimento de aquellos productos de mayor valor agregado y por ende económico.
Esta situación sin duda se da por un fuerte deterioro de los niveles de ingresos reales, fundamentalmente de los segmentos medios de la pirámide de ingresos, lo cual, al margen de reducir el volumen de consumo, afecta el valor del mix de ventas haciendo que se facture un menor valor en las ventas internas, que claramente reflejamos en los análisis de la cadena de valor cuando mencionamos los bajos valores del VLE Mercado Interno en dólares respecto a otros países.
Escenario complejo
La situación cambiaria, hace peligrar el destino externo de la producción (a pesar de los excelentes precios del mercado internacional), a lo que hay que sumar que la producción se viene recuperando en términos interanuales. Por lo tanto, hay que prestar mucha atención al frente interno.
Es fundamental que continue el proceso de convergencia de los precios de los productos lácteos (estabilización) en el mercado interno con la suba de salarios (incremento del poder adquisitivo) para que no se genere una sobre oferta en el mercado doméstico en los próximos meses, aunque estemos en el período en que la producción va hacia el pico estacional de mínima (feb-abr). Y es importante ello, ya que en el frente externo y a pesar de los buenos precios internacionales, no hay gran expectativa en las exportaciones debido al fuerte retraso cambiario, qué dicho sea de paso, se incrementa con la baja del crawling peg del 2 al 1% mensual.
La caída de las exportaciones en enero 2025 en un 21% en litros de leche equivalentes son una muestra acabada del deterioro cambiario, que tal vez podría mejorarse con la restitución de los reintegros de impuestos internos y en su incidencia plena.
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