El proyecto inmobiliario de Messi que avanza en Rosario

Se trata de un edificio de 15 pisos que se construirá en Tucumán al 2000, donde se pondrá en valor una centenaria mansión de dos plantas 

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El emprendimiento inmobiliario se llama Torre M y es otra de las inversiones que la familia Messi tiene en Rosario. A dos años y medio de que recibiera aprobación en el Concejo Municipal, toma forma el proyecto para levantar una torre de departamentos en Tucumán al 2.055, sobre la parte trasera de una construcción de valor patrimonial. Una inmobiliaria rosarina ya puso a la venta las viviendas y oficinas que se empezarán a construir durante este año.  

Si bien el certificado urbanístico inicial sólo permitía una altura máxima de 13 metros, luego de un trabajo conjunto con el municipio se llegó a un plan para subir hasta 42 metros. El desarrollo contempla reciclar el inmueble patrimonial y la intención es transformarlo en un local comercial, con orientación al rubro gastronómico.  

La casona servirá de apoyo al uso principal del edificio, que será una torre de 15 pisos de oficinas, con superficies que van desde los 154 a los 541 m2. En tanto, se proyectan tres plantas de cocheras en planta baja y dos subsuelos para vehículos. El proyecto y comercialización corre por cuenta de MKT ARQ, del arquitecto Manuel Ongaro y de Jorge Messi, el padre del astro rosarino.

El proyecto incluye dos subsuelos de cocheras, con capacidad para 34 unidades, 13 oficinas ubicadas del primero al tercer piso y 33 viviendas de variadas dimensiones, de monoambientes a dúplex de 3 y 4 dormitorios; además de gimnasio, piscina y solarium. 

El emprendimiento se llama Tower M y es otra de las inversiones que la familia Messi tiene en Rosario

La historia

La casona de Tucumán entre Balcarce y Moreno fue construida a principios del siglo pasado. El inmueble figura en el catálogo de edificios de valor patrimonial del área central, un listado que describe a aquellas construcciones que, por su valor individual o porque forman parte de un conjunto singular, son trascendentes para la historia de la ciudad. 

A las dos plantas de Tucumán al 2000, de frente ornamentado y grandes ventanales, le corresponde un grado de protección 2 A, lo que indica que cualquier refacción debe preservar las fachadas y partes interiores de valor, sin aumentar superficie al edificio. Las modificaciones interiores deben respetar la tipología y los espacios que conservan el diseño y materialidad original. 

Uno de los últimos usos que tuvo la construcción fue alojar al colegio Cristóforo Colombo, una institución fundada en 1998 que prometía educación de excelencia, basada en valores humanísticos y con el rol de estrechar los lazos de cooperación entre italianos y argentinos. Sin embargo, en 2005, la escuela cerró sus puertas dejando en la calle tanto a alumnos como docentes. 

Un año después, el Servicio Provincial de Enseñanza Privada del Ministerio de Educación dispuso cancelar la autorización del establecimiento para funcionar como servicio educativo desde el 1º de marzo de 2006. La escuela dependía de la Fundación M.C.M.D. Marta Clotilde Martini de D’Aste, que funcionaba en Balcarce 742, otra casona que años después de eso fue demolida.

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