Pesos y dólares: cuáles son los dos ejes claves que negocia el Gobierno

Desde Economía buscan postergar los vencimientos de deuda en pesos y un reajuste de la meta de reservas pactada con el Fondo Monetario Internacional. Todos los detalles

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El equipo del ministro de Economía, Sergio Masa, negocia dos ejes claves: la revisión a la baja de la meta de reservas pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un canje de la deuda en pesos para postergar los vencimientos del segundo trimestre.

El ministro de Economía, Sergio Massa, encabezará este lunes una reunión con bancos y compañías de seguro para terminar de definir un nuevo canje de bonos. La idea es patear a 2024 y 2025 los vencimientos del segundo trimestre, que en gran parte están en manos privadas. El objetivo es despejar el frente de la deuda en pesos en la previa electoral para asegurar el financiamiento, evitar un salto de la brecha cambiaria y una aceleración mayor de la inflación. En un nuevo cruce, Juntos por el Cambio advirtió por el riesgo que implican las condiciones de la conversión.

En ese marco, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, recibirá este mediodía a los principales banqueros y ejecutivos de compañías de seguros en el Salón Belgrano del quinto piso del Palacio de Hacienda. Allí se presentarán los instrumentos con los que buscarán tentar a los inversores a ingresar a la conversión de títulos con principal foco en los que tienen fecha de cancelación entre abril y junio. 

Es que el segundo trimestre es el más complicado por su composición: de los $7,697 billones que vencen durante el segundo trimestre, $3,879 billones están en manos privadas tal como detallaron desde Aurum Valores. El 80% del menú que ofrecerá Economía a las entidades está compuesto por bonos ajustados por CER, es decir a la inflación, y el 20% restante serán instrumentos duales que otorgan cobertura tanto frente a un salto inflacionario o una devaluación del tipo de cambio oficial, lo que mejor pague. Resta definir si además el BCRA ofrecerá una opción de venta como seguro de rescate, para dar mayor certidumbre a los inversores

Los instrumentos tendrán fechas de cancelación escalonadas entre 2024 y 2025, algo que permitiría al Gobierno superar una barrera que hasta el momento no había podido. Es que el temor a que un eventual Gobierno de Juntos por el Cambio aplique un nuevo “reperfilamiento” de la deuda en pesos hizo que el mercado no prestara más allá de las presidenciales de octubre. 

De hecho, Setti informó la semana pasada que con las licitaciones de febrero se alcanzó en lo que va del año un financiamiento neto de $402.822 millones que implicó una tasa de renovación del 139%. Ese nivel de rollover está por debajo de diciembre y enero, previo a los comunicados del frente opositor alertando sobre una “bomba de tiempo”, pero por encima de lo que se necesita para cerrar el programa financiero de Sergio Massa si es que el déficit termina en el 1,9% del PBI pactado con el Fondo.

No obstante, el resultado positivo de 2023 se consiguió a partir de convalidar tasas más altas, de hasta 119% anual, y plazos de colocación más acotados. Al respecto, Ecolatina precisó: “Excluyendo los bonos con vencimientos en 2027 (integran encajes bancarios), el Tesoro colocó deuda a un plazo promedio de 3,3 meses, cuando entre noviembre y enero lo hizo a una ventana de 4 meses”.

Si el nuevo canje es exitoso el equipo económico contará con el financiamiento necesario para cubrir el déficit sin recurrir a la asistencia monetaria del BCRA, algo que no ocurre desde la llegada de Massa al Palacio de Hacienda. Pero también despejar los vencimientos es necesario para que esos pesos no presionen a los dólares financieros y aceleren una brecha cambiaria que se mantiene en torno al 90%. Un salto de los tipos de cambio presionará en la inflación, que el mercado espera en el orden el 6% mensual para los próximos meses.

En la tarde del domingo, los bloques legislativos del principal frente opositor publicaron un comunicado en el que aseguraron que el canje traerá más inestabilidad por la implementación de bonos duales y la posibilidad de que el BCRA pueda ser el rescatista de última instancia. El documento consignó que "la maniobra" la Ley de Administración Financiera y la carta orgánica de la autoridad monetaria.

FMI y el frente del dólar

En paralelo al frente de los pesos, Massa espera buenas noticias por el lado de los dólares. El BCRA perdió en lo que va del año u$s 5.700 millones de reservas por pagos de deuda y ventas en el Mulc. El Ministerio de Economía y el FMI terminarán de definir los detalles de la flexibilización de metas de acumulación de dólares de la autoridad monetaria, en vistas del impacto de la guerra en Ucrania en 2022 y de la sequía en 2023.

La consultora Ecolatina precisó que la entidad que preside Miguel Pesce cuenta con menos de u$s 2.000 millones en sus reservas netas, u$s 5.700 millones por debajo del inicio del año. Así, la meta original de acumulación con el Fondo para el primer trimestre se alejó a u$s 4.000 millones si se tiene en cuenta el próximo desembolso de u$s 5.400 millones del organismo por cumplir con las metas del 2022 y el pago de u$s 2.700 millones que deberá realizar el país en marzo.

La sequía y la estacionalidad no generan optimismo para las posibilidades de mejorar el resultado. "Vale destacar que en marzo del año pasado el BCRA había comprado u$s 275 millones, mientras que desde 2012 (considerando sólo años de cepo) el saldo promedió los u$s 500 millones y nunca superó los u$s 1.500 millones", señaló Ecolatina.

Mientras, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores de la cartera, Leonardo Madcur, esperan definir en las próximas horas con los funcionarios del FMI los detalles de la flexibilización de las metas de reservas. El nuevo esquema tendrá objetivos móviles vinculados al nivel de exportaciones del país, teniendo en cuenta el efecto de la sequía en la producción del agro.

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