En los últimos días ha cobrado fuerza en Washington una iniciativa conocida como HIRE Act (por sus siglas en inglés), que tiene el objetivo de imponer un impuesto adicional a los pagos que compañías estadounidenses hagan a trabajadores extranjeros por servicios prestados para consumidores en EE.UU.
¿Qué propone el HIRE Act?
La propuesta establece un impuesto del 25% sobre los pagos (“outsourcing payments”) efectuados por empresas estadounidenses a personas ubicadas en el extranjero, siempre que los servicios beneficien a consumidores estadounidenses.
Se busca desincentivar la contratación de mano de obra extranjera cuando pueda reemplazar trabajadores locales, destinando la recaudación al desarrollo de la fuerza laboral de EE.UU.
Entraría en vigencia para pagos hechos después del 31 de diciembre de 2025, en su formato actual.
¿Cómo podría afectar a freelancers argentinos?
Aunque aún no hay versiones definitivas ni seguro de que la Ley se promulgue tal como está, estas son algunas de las implicancias posibles:
* Aumento del costo para clientes estadounidenses: Si esta Ley prospera, empresas en EE.UU. que contraten a freelancers argentinos tendrían que pagar ese impuesto extra o asumir consecuencias legales si no lo hacen. Es probable que intenten trasladar ese costo al freelancer bajando tarifas o reduciendo volumen de trabajo.
* Menor competitividad: La Argentina históricamente ha sido atractiva como país proveedor de servicios remotos por costos laborales más bajos. Este impuesto podría reducir esa ventaja competitiva frente a otros países donde los costos o impuestos sean menores o donde la Ley no aplique.
* Cambios en la relación contractual: Puede que muchas empresas estadounidenses prefieran contratar trabajadores locales o regularizar relaciones laborales locales para evitar complicaciones fiscales. Esto podría derivar en pérdida de oportunidades para freelancers.
* Incertidumbre legal y financiera: Hasta que haya claridad sobre cómo será la ley, impuestos aplicables, excepciones y tratados internacionales, los freelancers enfrentan un escenario incierto que dificulta planificar precios, contratos y estrategias de exportación de servicios.
Estado actual y posibilidades
El proyecto aún está en debate en el Congreso (House of Representatives). Puede sufrir modificaciones antes de votarse completamente.
No hay certeza de que se aplique a todos los tipos de servicios. Algunos freelancers podrían quedar exentos, dependiendo de la naturaleza del servicio, el cliente, y factores legales como dónde se presta el servicio, quién lo contrata, etc.
También es posible que haya presiones internacionales, litigios o negociaciones para suavizar su alcance, especialmente desde países con sectores tecnológicos exportadores importantes.
Lo que deberían tener en cuenta los freelancers
* Revisar y entender bien los contratos con clientes estadounidenses: quién es el “cliente”, dónde se entrega el servicio, cómo se factura, qué jurisdicción se aplica.
* Estar al tanto de los tratados fiscales internacionales, si existen, que podrían ofrecer protección o mitigaciones frente a doble imposición. Nota: Argentina no tiene tratado de doble imposición con EE.UU., lo que complica defensas jurídicas. (Confirmar con un experto tributario local)
* Ajustar tarifas considerando el riesgo de que parte del costo extra lo termine absorbiendo el freelancer.
* Consultar con contador/a especializado/a en comercio internacional / impuestos internacionales para prever escenarios, y quizá diversificar la base de clientes para no depender en exceso de clientes estadounidenses.

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