La economía global y nacional se encuentran atravesando un momento de alta complejidad debido al parate en muchas actividades comerciales que implica a la cuarentena obligatoria para evitar contagios por coronavirus. En ese contexto, existen diferentes estrategias de financiamiento que pueden resultar claves para sobrellevar la situación actual. El especialista en el financiamiento de Pymes en el Mercado de Capitales, Adrián Tarallo, dialogó con Ecos365 acerca de algunas opciones por las que pueden optar las pequeñas y medianas empresas.
Para las pymes que ya están dentro del mercado y son conocedoras de las herramientas, como por ejemplo los cheques de pagos diferidos, tienen en el mercado "excelentes alternativas de financiamiento", ya que el mercado es líquido y contempla tasas que van desde el 4% en adelante, según de la SGR que se trate.
"Es una herramienta muy positiva, que no tiene comparación con ninguna otra dentro del mercado financiero", sostuvo Tarallo.
El especialista también destacó que se ha puesto en vigencia la operatoria de cheques electrónicos, que fueron habilitados por el Mercado de Valores y la Caja de Valores el 1º de marzo de este año. "Esta herramienta fue la que posibilitó a muchas empresas, que aún en la cuarentena con las SGR cerradas físicamente y con la imposibilidad de llevar cheque, pudieron financiarse igual mediante cheques electrónicos", indicó.
Asimismo, destacó que el uso del cheque electrónico es sencillo porque cualquier pyme puede solicitar la chequera electrónica desde su homebanking. Los bancos lo habilitan en el momento y, a partir de entonces, las pymes pueden negociar cheques propios con sociedades de garantías recíprocas, así como cheques de terceros que podrían haber recibido por las ventas de sus productos.
En ese sentido, el cheque electrónico atravesó un crecimiento exponencial durante las últimas tres semanas.
Una de las ventajas del cheque electrónico respecto del cheque físico es que, en cuanto se recibe el primero, se puede enviar a la Caja de Valores para que lo avale una SGR y la empresa lo recibe.
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