"Hay mujeres que estudian carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología, pero son porcentajes muy reducidos y es necesario seguir promoviendo su inclusión", afirma Laura Amelong, Licenciada en Comunicación Social de la UNR y Líder de Comunicación Corporativa de Bioceres, empresa de biotecnología agropecuaria que estuvo en boca de muchos en los últimos días por ser la que promovió el desarrollo de la tecnología HB4, el primer trigo tolerante a sequías del mundo.

Los primeros pasos laborales de Laura no se dieron en dicha compañía, sino en Buenos Aires, cuando le salió la oportunidad de trabajar para la Subsecretaría de Inversiones, dependiente del gobierno de Caba. Tras hacer su primera incursión profesional, la comunicadora decidió volver a Rosario y en el 2009 entró a Bioceres como asistente en el Área de Comunicación.

"La empresa creció muchísimo, cuando empecé a trabajar no éramos mas de 50 personas y hoy en día, contando las sucursales de Rizobacter en Pergamino, hay más de 500 empelados. Yo arranqué llevando adelante tareas de comunicación interna y externa y parte de recursos humanos que en ese momento casi no había", destacó Amelong.

Así como la empresa fue expandiéndose en los últimos años, Laura fue asumiendo mayores responsabilidades hacia adentro, lo cual le permitió crecer en su desempeño laboral y afrontar mayores desafíos. Pasó de ser asistente a coordinadora para luego a acceder a un puesto como líder de Desarrollo Organizacional. Ya hace dos años, se desempeña al frente de la Comunicación Corporativa, especializándose en todo lo relacionado a la imagen externa de la compañía

Si bien Laura remarca que muchas mujeres fueron incorporándose a la empresa en este tiempo, la mayoría lo hicieron para puestos administrativos y en la parte de laboratorio, por esto mismo considera que la participación femenina en los puestos de más jerarquía sigue siendo una deuda en la mayoría de las industrias de la región.

"En muchas sucede que un gran porcentaje de las trabajadoras se desempeñan en las categorías más bajas y los lugares relacionados a la toma de decisiones siguen comandados por hombres. Creo que todavía hay mucha reticencia masculina a que las mujeres ocupen puestos de liderazgo", precisó Amelong.

También agregó que, contrario a la rigidez que a veces se vive en otros ambientes laborales, desde Bioceres siempre se interesaron en aportar al desarrollo de las personas que conforman el equipo de trabajo y puso de ejemplo la posibilidad que le dieron a ella de participar de otras organizaciones y espacios que luchan por la igualdad.

Mujeres y tecnologías

La Comisión Directiva del Polo Tecnológico Rosario, entidad público privada que agrupa a empresas tech locales, se conformó para trata temas estratégicos referentes a su desarrollo a mediano y largo plazo. Está compuesta por 19 miembros de los cuales hay una sola mujer: Laura.

"Siendo partícipe de este espacio, a principios del año pasado me proponen hacerme cargo de la comunicación de una nueva iniciativa que, de hecho, fue impulsada por varios hombres dentro del Polo para fomentar la inclusión femenina. Se trata de la Comisión de Mujeres en Tecnología que por supuesto acepté liderar porque esta siempre fue una temática que me interesó", destacó Amelong.

El objetivo principal de la misma es promover la participación de las mujeres en los sectores de la tecnología y la innovación. Para esto, sus integrantes realizan acciones como charlas motivacionales con referentas mujeres, asistiendo incluso a distintos colegios.

También hacen estudios para obtener datos cuantitativos que les permiten tener un estado de situación de la problemática y Laura hace hincapié en que lograron incorporar a las encuestas que realiza el Polo Tecnológico a empresas de la región, evaluaciones con respecto a la desigualdad de género y la brecha salarial en el sector

"Nueve de cada diez niñas asocian las ingenierías con rasgos masculinos, es muy reducido el porcentaje de mujeres que estudian este tipo de carreras y es lo que buscamos promover", señala Laura.

Sin embargo, el camino a lograrlo muchas veces no es sencillo y ella misma cuenta que una vez, desde la Comisión lanzaron un descuento en las capacitaciones del Polo Tecnológico dirigido a las chicas: "En las redes nos encontramos con muchos mensajes de hombres que decían que estábamos promoviendo la desigualdad porque no le dábamos el mismo descuento a ellos cuando, en realidad, lo único que queríamos era incentivar a que haya más mujeres ya que siempre son la minoría".

Innovación santafesina, de la mano de una científica

Raquel Chan es una bioquímica argentina e investigadora del Conicet que desempeña tareas en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, en Santa Fe, y cuyo nombre trascendió en las últimas semanas por ser quien desarrolló el trigo HB4 tolerante a sequías, que tras ser aprobada por el Gobierno Nacional aguarda el visto bueno y definitivo por parte de Brasil, el principal comprador de trigo argentino.

Esta invención se remonta a un largo proceso donde, gracias a un acuerdo con Bioceres, Chan y su equipo de investigadores lograron obtener el respaldo para aislar el gen que otorga la tolerancia frente a sequías, patentarlo y probar su aplicación en otros cultivos. 

Ante la magnitud que este descubrimiento trajo aparejado para el campo agropecuario, Laura no duda en poner a Raquel como un ejemplo de la pasión y la perseverancia en el ámbito científico: "ella demuestra desde su lugar de liderazgo la capacidad de dirigir a todo un equipo de investigadores y de llevar adelante un objetivo de forma exitosa. Al día de hoy continúa promoviendo este descubrimiento y empujando para que termine de consolidarse".

No es menor que quien haya encarado este desarrollo haya sido una  científica. Según detalló Laura, en Argentina el 51% de los científicos son mujeres, cifra que esta muy por encima de Europa, que, según la líder comunicacional, tiene alrededor de un 35%, o Japón, que cuenta con tan solo un 17% de mujeres en la ciencia.

"Sin embargo, dentro de este ámbito, los estudios femeninos se desarrollan más que nada en áreas como la biología, la salud, las humanidades y las ciencias sociales, mientras que en las ingenierías, principalmente mecánica, eléctrica o civil, no llegan a más del 23% de estudiantes mujeres, es una brecha a saldar".