El cortejo fúnebre de Miriam Soto, la enfermera del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca. que murió de coronavirus este lunes, pasó por el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde sus familiares y compañeros y compañeras de trabajo le dieron el último adiós en un clima de tristeza insondable. La mujer tenía 55 años y tres hijos y hacía 3 décadas que se desempeñaba en este centro médico. 

Unas 8 ambulancias públicas encendieron sus sirenas para despedir a Miriam mientras que sus compañeros se acercaban al coche fúnebre. Las imágenes transmitidas por Cada Día (El Tres) eran desgarradoras porque los presentes estaban totalmente conmovidos por su fallecimiento. Jorge Bitar, el director del  Heca, destacó sobre la mujer: “Era una trabajadora incansable”, dijo y agregó: "Tuvo una trayectoria impecable de constante formación". Según compartió, estuvo codo a codo con Miriam durante 15 años y resaltó al respecto: "Con una mirada te decía lo que tenías que hacer". 

Sentida despedida para la enfermera fallecida por Covid

Momentos antes, también en diálogo con El Tres, Liliana Ponti, al frente del Colegio de Enfermeros de Rosario, contó sobre Miriam: “Se enfermó en el momento de alto impacto de la pandemia, se estaba reponiendo pero no fue así”, lamentó. “Tenemos casos de compañeros en situación similar”, manifestó y consideró que en lo que va de la pandemia, murieron unos 9 trabajadores mientras que 3 o 4 están en estado crítico por la enfermedad.

Coronavirus: Alarma por la muerte de una trabajadora de la salud

Ponti hizo hincapié en que a pesar de haber bajado el nivel de contagios, los enfermeros y enfermeras deben seguir “al lado de los enfermos las 24 horas” ya que ahora se retomaron las prácticas médicas suspendidas por el coronavirus. Es decir, el nivel de trabajo no descendió. “Estamos muy cansados”, se sinceró.

En este marco de agotamiento, Ponti insistió en la necesidad de profesionalizar la labor que ejercen. En este sentido, reclamó que “la enfermería sea considerada una profesión de riesgo” y explicó que de esta manera, podrían gozar de mayor descanso, capacitación y elementos de bioseguridad. “Es el momento de evaluar esta necesidad, no podemos ser reemplazados, no se puede hacer telemedicina”. Por último, advirtió: “La comunidad necesita enfermeros descansados”.