Este jueves se cumplieron tres años de los crímenes de Luis Medina y Justina Pérez Castelli. Ambos fueron ejecutados de 18 balazos en el Acceso Sur de la ciudad, cuando circulaban en un Citröen DS3 color rojo. No hubo ni hay personas imputadas. Tampoco que hayan sido citadas a indagatoria.

Medina y Pérez Castelli sufrieron disparos de dos armas de fuego aquel 29 de diciembre de 2013. No estuvo clara la cantidad de personas que participaron en los crímenes. Sí trascendió que a la joven le robaron su celular, aunque no se supo si fueron quienes asesinaron a la pareja o gente que llegó al lugar. 

Los apuntados

Allegados a la pareja del empresario dijeron desde un primer momento que uno de los que jaló el gatillo fue Darío "Oreja" Fernández, primo de Emanuel "Ema Pimpi" Sandoval, a quien aparentemente Medina proveía de drogas. "Ema Pimpi" fue uno de los dos arrestados por el ataque a balazos a la casa del ex gobernador Antonio Bonfatti. 

"Oreja" Fernández fue encontrado muerto a finales de noviembre del año pasado en un terreno descampado, ubicado en Calle 1329 al 4500, con un balazo en el cráneo y signos de tortura. Para investigadores policiales, era un hombre vinculado a Esteban Lindor Alvarado, que estuvo detenido por robo de autos en Buenos Aires. Alvarado fue denunciado en el 2012 como presunto narco del centro de Rosario por el hoy diputado provincial Carlos Del Frade. 

Para el legislador provincial, "la gente de Alvarado" mató a Medina. "El asesinato de Medina sigue impune porque quienes manejaron el fenomenal negocio del narcotráfico en las principales provincias argentinas lo siguen haciendo", dijo a Rosario3.com.

Más allá de supuestos o versiones de allegados a las víctimas, ninguna de las personas fue citada por la Justicia en calidad de sospechosos. De hecho, los primeros pasos de los investigadores fueron más para descartar suposiciones que para confirmar certezas. Entre ellas, la participación de efectivos policiales.

Más tiros, más impunidad

El 1º de abril de este año fue ejecutado a balazos Gustavo "Baba" Pérez Castelli, padre de la ex pareja de Luis Medina. El crimen ocurrió en Mendoza y Circunvalación. Actuaron al menos dos personas encapuchadas que iban en una moto, que efectuaron varias veces en su cara y luego le cortaron una oreja. La Justicia tampoco avanzó en ese sentido, al menos formalmente.

El mismo día del crimen de Gustavo Pérez Castelli asumió Luis Bruschi como jefe de la Policía santafesina, en reemplazo de Rafael Grau. 

En junio de este año, el fiscal Carlos Covani solicitó que la causa sea archivada al considerar que no había elementos verosímiles para continuarla. Entendió que no había "evidencia objetiva que señale la identidad de los posibles autores del hecho". Ese pedido fue rechazado a la Fiscalía de Cámara y por la jueza Alejandra Rodenas.

Como tantos otros homicidios sin sospechosos individualizados, la causa por los crímenes de Medina y Justelli recayó en la Fiscalía de NN del sistema conclusional, que está a cargo de Marcelo Vienna. 

Idas y vueltas

Tras el doble crimen de Medina y Castelli, la ex jueza de turno María Luisa Pérez Vara no se hizo presente en el lugar. Ello le valió su salida del Poder Judicial y una causa judicial en contra, en la que fue procesada. 

Luego, el ex secretario y el ex subsecretario de Tecnología para la Gestión, Martín Degratti y Javier Echaniz, quedaron bajo la mira por haber manipulado la computadora de Luis Medina. En diciembre del pasado año el fiscal Adrián Mac Cormack sostuvo que no cometieron un delito con ese acto.

"Llama la atención que funcionarios provinciales hayan actuado en el crimen de un sindicado narco de la ciudad y no en otro. No es menor. El Estado actuó en esta causa de una manera muy extraña", señaló a este medio Eugenio Malaponte, ex candidato a vicegobernador que pidió ante la Justicia Federal que investigue un informe de Periodismo Para Todos, que hizo foco sobre el narcotráfico en Rosario y Santa Fe.

El propio gobernador Miguel Lifschitz presentó un reclamo similar ante "los hechos que se insinúan o se dejan sugeridos en ese programa, donde se plantean delitos de narcotráfico o de vinculación de policías y funcionarios con el narcotráfico”. "Yo soy el primero en querer que eso se aclare", dijo.

Por ahora, ni los homicidios de Medina, de Pérez Castelli y su padre, ni tampoco las sospechas que se abrieron por ese caso, quedaron aclaradas.