Este viernes se llevó adelante la audiencia imputativa contra Catriel Ezequiel Alcaraz, un joven que ya cumple condena en la unidad Nº5 de Piñero y su novia María de los Ángeles B., conocida como “Pelo duro”.

La mujer fue detenida por orden del fiscal Federico Rébola el pasado miércoles cuando intentaba ingresar como visita a Piñero. Estaba sospechada de formar parte de una organización que comandaba su pareja y que se dedicaba a las extorsiones, balaceras y usurpaciones.

En la audiencia del viernes, de la que también participó el fiscal Franco Carbone, los investigadores presentaron las pruebas que vinculaban a “Pelo duro” con Alcaraz, quien sería el instigador de al menos seis extorsiones y balaceras contra domicilios y comercios de Rosario.

En cuatro de esos hechos, Alcaraz habría contado con la participación de su pareja. En todos los casos los fiscales demostraron que el modus operandi era similar. Desde la cárcel utilizaba teléfonos celulares para contactarse y extorsionar a las víctimas.

"Nosotros de acá adentro piloteamos todo Rosario. Así nomás. Yo con un teléfono te desbarato la casa a balazos. Ahora parate de mano. Después no batas la cana ni nada. Cuando te matemos un wacho o una mina. Y pará que ahora voy a averiguar más cosas y le voy a caer a la suegra, todo", fue uno de los mensajes que el preso le mandó a una de las víctimas, a la que le pedían entre 35 mil y 80 mil pesos para dejarla trabajar.

Pero antes de ponerse en contacto, Alcaraz enviaba a una persona a entregarle a las víctimas un papel con el número de teléfono que en ese momento tenía activo. Esa persona que llevaba el número generalmente era “Pelo duro”.

En el caso de que las víctimas no enviaran señales, Alcaraz empezaba a amenazar por teléfono y en muchos casos pasaba a la acción enviando a jóvenes a balear los frentes de las propiedades.

Uno de estos casos quedó registrado por una cámara de videovigilancia y fue utilizado como prueba por Rébola y Carbone. En el mismo se ve a la joven novia del preso acercarse al frente de una casa para saber si iban a pagar o no. Ante la negativa, se retira del lugar y aparece un hombre que se trepa a una reja y efectúa al menos seis disparos contra el frente.

En tanto que otro de los hechos investigados tiene que ver con la usurpación de un inmueble en barrio Tablada. De acuerdo a la evidencia presentada, en febrero del 2022 un grupo de personas se aprovecharon de la detención del hermano de la dueña de la casa por un presunto delito de abuso sexual para ingresar a la misma y generar destrozos.

 A partir de ese momento, el inmueble estuvo ocupado por distintas personas que dependían directamente de Alcaraz. Entre ellas su pareja , quien ocupó el inmueble por un lapso no determinado de tiempo pero por al menos dos semanas. y que de manera constante y frecuente amenazaban a la propietaria del lugar, a través de distintos llamados telefónicos y mensajes de text. manifestando: “Yo te hablo por las buenas, pero sino es por las buenas va a ser por las malas, la casa ya es mía, los violadores no viven en la casa, perdiste, si me batís no la contás, fijate lo que hacés, nos vemos”

Celulares en la cárcel de Piñero

 

La investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) puso nuevamente de manifiesto el uso de teléfonos celulares dentro de una unidad penitenciaria, algo que está prohibido. En el caso de Alcaraz los investigadores registraron que el joven iba cambiando de teléfono celular cada un tiempo determinado para intentar no ser identificado.

Así y todo, lograron demostrar que era el preso quien utilizaba los teléfonos, ya que encontraron estados de Whatsapp donde subía fotos propias y también por llamadas donde hablaba de su vida y contaba detalles sobre la organización que comandaba. Además, también se arrogaba ser parte de la banda de Los Monos.

”Amigo, yo estoy en cana porque estoy piloteando todo pedazo de gil. Qué te pensás que porque yo estoy en cana no tengo para mandarte todos los sicarios y recagarte bien a cuetazos, pedazo de gato. Nosotros somos la banda de los Cantero pedazo de gato", fue lo que le envió el recluso a una de sus víctimas

Por todo lo expuesto, los fiscales acusaron a Alcaraz de: Coacciones agravadas con el propósito de compeler a una persona a hacer abandono del lugar de residencia agravada por el uso de arma de fuego; amenazas calificadas en carácter de instigador; extorsión en grado de tentativa agravada por el uso de arma de fuego, y abuso de armas, en concurso ideal.

En tanto que a “Pelo duro” le atribuyeron ser autora de amenazas calificadas por ser anónimas; coautora de coacciones agravadas con el propósito de compeler a una persona a hacer abandono del lugar de residencia agravado por el uso de arma de fuego, en concurso ideal con abuso de armas y autora de usurpación por despojo.