En un juicio oral que comenzó este viernes en el Centro de Justicia Penal (CJP) se debate la responsabilidad de dos hampones ligados a la banda de los Monos respecto de la ejecución de Rodrigo Carlos Sánchez (44), quien fuera la mano derecha de Esteban Lindor Alvarado, el archienemigo del clan Cantero que en marzo intentó fugar en helicóptero del penal de Ezeiza, donde cumple prisión perpetua.

Sánchez fue acribillado el 19 de marzo de 2020 en una esquina de Fisherton. Un crimen que, según la investigación, fue en represalia por el intento de homicidio de Mariana Ortigala, una de las testigos estrella, junto con su hermano Rodrigo, en el juicio provincial contra Alvarado que culminó el año pasado con la pena máxima. 

El debate, que involucra a las dos grandes marcas de la narcocriminalidad local, tiene en el banquillo a Jonatan "Gordo" Brezik (36) como presunto ideólogo del crimen, y a Rodrigo Nicolás "Cepe" Benítez (30), acusado como uno de los verdugos de Sánchez.

También se discute una causa por la portación de una ametralladora por la que Cepe fue detenido el 29 de abril de 2020 en Villa Gobernador Gálvez. Este pistolero villagalvense cobró notoriedad como ladero del recluso Héctor Daniel “Gordo Dani” Noguera, jefe de una facción de los Monos en la vecina localidad, y también se encuentra imputado en una causa por tentativa de homicidio con un trasfondo narcocriminal.

El fiscal Edery inició su alegato explicando que la ejecución de Sánchez fue un capítulo más de la disputa entre Los Monos y Alvarado, un hecho de venganza como lo fue el homicidio de antiguo jefe Claudio “Pájaro” Cantero y que para entenderlo habría que remontarse a otros casos, principalmente el atentado que sufrió Ortigala, quien sobrevivió varios disparos en su casa de Roldán el 13 de marzo, seis días antes del homicidio de Sánchez, y en esa misma jornada envió imágenes del ataque a integrantes de los Monos.


Edery acusó a Jonatan Brezik, hermano de crianza de Guille Cantero en barrio La Granada, de haber gestionado el robo del Renault Logan utilizado en el asesinato de Sánchez, el cual fue sustraido por Héctor Brezik, su hermano.

Por el robo del Logan, cometido el 14 de marzo de 2020, Héctor Brezik fue condenado el 30 de marzo en juicio abreviado a cinco años y cuatro meses de prisión por los delitos de robo calificado y participación secundaria en el homicidio de Sánchez.

Además, acusó a Cepe Benítez de ser uno de los coautores materiales del homicidio, cometido el mediodía del 19 de marzo de 2020 en San Lorenzo y Wilde. Cerca de las 13, los atacantes interceptaron la Toyota Hilux en la que viajaba Sánchez y lo acribillaron con dos pistolas calibres .45 y 9 milímetros.

Luego de matarlo, se dieron a la fuga y abandonaron el Logan en Magaldi y Ezeiza –barrio Gráfico– para subirse a otro vehículo y evitar ser rastreados.

En una audiencia imputativa desarrollada en febrero de 2022, se conoció que una de las evidencias contra Cepe Benítez fue una huella dactilar recuperada del Logan. A su vez, al momento del crimen personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) venía investigando a Jonatan Brezik como organizador de una banda narco desde su celda y lo captó en escuchas con su hermano Héctor en las que planea el robo del Logan.

Por estos hechos, Cepe Benítez enfrenta una condena a 25 años de prisión como autor de homicidio agravado por uso de arma de fuego y portación de arma de guerra mientras que la pena solicitada contra Brezik es de 22 años de prisión como autor de robo y homicidio agravados, ambos en calidad de instigador.

Por parte de las defensas, la abogada de Benítez alegó que no hay pruebas suficientes para condenarlo y solicitó al tribunal su absolución, mientras que la defensa de Brezik alegó que si bien participó en el robo del auto, no sabía con que fin sería utilizado. A su entender, la razón por la cual lo vincularon a la causa es la relación que lo une desde hace años con Cantero, motivo por el que su participación en el homicidio no va a poder probarse.

A su vez, desde el 10 de abril Jonatan Brezik está siendo juzgado en el fuero federal como organizador de una gavilla dedicada al narcomenudeo junto a otras seis personas. Este grupo funcionó, según el expediente de la Fiscalía Federal Nº 2, por lo menos desde febrero de 2020 hasta el 15 de mayo de ese año, jornada en que la AIC antinarcóticos allanó cinco domicilios en Ludueña, Empalme Graneros y barrio Gráfico y secuestró drogas al menudeo.