Un hombre de 34 años fue acusado este sábado de haber cometido cuatro robos de transformadores de la Empresa Provincial de Energía (EPE) entre noviembre y el pasado 2 de mayo, ocasión en que fue detenido en un depósito de Pérez por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) que le venía siguiendo sus pasos.

Las maniobras atribuidas develaron un aceitado mecanismo para cometer los hurtos. El imputado se hacía pasar por empleado de la EPE y contrataba servicios de grúas; confeccionó autorizaciones de retiro falsas y actuó con cómplices. Las piezas iban a parar a chatarrerías y luego eran desguazadas.

Por todo ello la Fiscalía Regional creó un grupo de trabajo abocado a investigar casos vinculados con la “sustracción, circuito y destino de metales no ferrosos”, indicaron voceros judiciales.

La imputación fue dada a conocer por el fiscal César Pierantoni ante el juez Hernán Postma. El principal involucrado al que se imputaron los cuatro hechos de robo calificado fue identificado como Joel Espíndola, quien está domiciliado en barrio Plata. Por resolución del magistrado, quedó en prisión preventiva sin plazos.

Villa Banana

La primera atribución delictiva data del 30 de noviembre. A las 7 de la mañana Espíndola sustrajo un transformador Fohama ubicado en Virasoro y Río de Janeiro, el cual fue adquirido por la empresa Pecam en el marco de una obra de mejoramiento barrial del Servicio Público de la Vivienda y que fue cedido a la EPE, y cuyo valor supera los 20 mil dólares, dijo la acusación.

“Para su sustracción quitó los bulones que lo sujetaban y utilizó la energía artificial de una grúa para separarlo de donde estaba montado, ya que el peso supera las dos toneladas”, relató el fiscal.  

Espíndola, haciéndose pasar por trabajador de la EPE contactó a un chofer de grúa y simulando ser otra persona –pero con un celular a su nombre– le encargó el traslado del elemento cuyo supuesto destino era el depósito de Ovidio Lagos al 7100. El imputado adujo que las hidrogrúas de la empresa estaban rotas y que le habían encargado a él su traslado. El primer contacto, dijo la Fiscalía, fue una semana antes.

Uno de los transformadores sustraídos.

Esa mañana Espíndola llegó en una camioneta Saveiro con tres personas más, una escalera y portando fajas de izaje de carga, y documentación con membretes de EPE que exhibió donde constaba el supuesto permiso de retiro del transformador.

Actuando en error, el chofer desmontó el transformador y lo bajó al camión, luego Espíndola se subió como acompañante.

Así las cosas, el chofer le preguntó a qué depósito debía trasladarlo, y Espíndola cambió el lugar y dijo “al depósito de barrio Acindar”.

Elementos secuestrados el pasado 2 de mayo.

Cuando estaban por Avellaneda a la altura del 4800, Espíndola lo hizo frenar de pronto; el chofer advirtió que personas del lugar le habían cortado el paso y le indicaron que ingrese el camión donde funcionaba una chatarrería, situación que le provocó temor porque advirtió que el antro tenía un cartel de clausurado. Por ello, señaló la fiscalía, hizo una denuncia.

“El destino del transformador indica que la motivación de los autores era la reducción para el aprovechamiento del cobre”, dijo el funcionario del Ministerio Público de la Acusación.

"Estas actividades entorpecieron el normal funcionamiento del servicio de provisión de electricidad en distintas zonas porque si bien al momento del apoderamiento el transformador estaba desconectado esto se debe a una cuestión de que la activación depende de la mayor o menor demanda de energía que demande la población", amplió el funcionario. 

Barrio Hospitales

La maniobra se repitió el 20 de febrero con otro transformador de dos toneladas marca Leninteg ubicado a tres metros de altura en Sarmiento al 3000. El imputado arribó en su Renault Clio con una escalera junto a otra persona que hacía de supuesto colaborador y trabajador de la EPE; le manifestó al chofer de la grúa que debían retirar el transformador porque estaba quemado y exhibió una supuesta orden de retiro con membrete de la EPE. Otra vez, el destino fue la chatarrería de Avellaneda al 4800.

“Este hecho entorpeció el normal funcionamiento del servicio de provisión de electricidad, en este caso afectado a la empresa de montaje, a los hospitales Italiano y Español, a los usuarios del barrio y a la firma Brinks”, dijo Pierantoni.

Funes

El 27 de marzo, le tocó a un transformador de Funes ubicado en Los Gladiolos y Tomás de la Torre. El aparato estaba valuado en 52 mil dólares.

“En esta oportunidad, el chofer designado pasó por Mendoza y Wilde a buscar a una persona cuya identidad se desconoce pero estaba vestido completamente con ropa de trabajo”.

El hecho causó el entorpecimiento normal del  funcionamiento del servicio de provisión de electricidad en distintas zonas de Rosario y Funes, señaló la fiscalía.

La cuarta, la vencida

En el último robo también fueron imputados dos presuntos cómplices de Espíndola: Cristian Emanuel R. (36) y Juan Ramón S. (46). A estos el juez los dejó detenidos por al menos tres meses.

El robo del transformador tuvo lugar el 2 de mayo en Cepeda al 4000, en Villa Manuelita, también a primera hora de la mañana.

Pero esta vez el destino indicado al chofer de la grúa fue el “depósito de Pérez”, ubicado en Alighieri y Echeverría.

Quien se presentó en Cepeda al 4000 fue Cristian R., dijo el fiscal, pero el chofer de la grúa recibió indicaciones de Espíndola.

En el depósito los esperaba el tercer hombre que terminó imputado, Juan Ramón S., encargado del lugar.

La PDI los venía siguiendo y detuvo a los tres; secuestró el transformador, el camión y una carpeta que tenía Espíndola en la que obraba una hoja con el membrete de la EPE y rezaba “se ordena el retiro de transformador W 3462, ubicado en Cepeda 4000, posterior se traslada a depósito. Oficina 3 Logística, Mantenimiento”.

Luego se comprobó que en el predio funciona un depósito, que según indicó el municipio de Pérez tenía su habilitación vencida como “depósito de metales no ferrosos». En el interior había lingotes de aluminio y dos morteros de fundición.