La tregua de violencia que generó el aislamiento estricto por el coronavirus en las calles de Rosario terminó. Hubo dos homicidios en las últimas 24 horas y son cinco en ocho días. En paralelo se registraron varias balaceras que dejaron heridos de gravedad y cuyas vidas aún corre riesgo.

Este sábado a la tarde un joven de 19 años fue acribillado en Viamonte y Colón (República de la Sexta, zona sur). Lo atacaron desde un auto. Además de las cuatro vainas, quedaron en la calle como marcas de la violencia su cuerpo con tres orificios y la moto roja tendida.

Horas antes, el viernes a la tarde, un hombre de 45 años fue asesinado a balazos en Sabín al 1300, zona norte de Rosario. Dos sospechosos lo llamaron desde la puerta de su casa y le dispararon cuando salió.

La misma modalidad aplicaron los agresores de un hombre de 29 años en Colón al 4.000. Solo que en ese caso ocurrido en la zona sur le dieron dos disparos en las piernas. 

El jueves pasado, hubo un doble ataque en zona oeste. Primero, a las 11.45, un hombre de 50 años recibió varios disparos de arma de fuego en Gálvez al 5000, en Villa Banana. Dos horas más tarde atacaron a su sobrino de 20, a quien también llevaron al Heca con dos heridas de arma de fuego, una de ellas en la cabeza. Allí murió poco antes de las tres de la tarde.

El miércoles pasado a la noche por una balacera en Grandoli y Biedma fueron heridos un nene de 7 años de un balazo en una pierna y un adolescente de 13 años, que sufrió un tiro en la espalda y estaba internado grave en el Heca. El acusado fue detenido e imputado.

El martes a la noche, en otra balacera, una nena fue baleada junto a su padre en Pasco y Berutti.

A esos hechos de extrema gravedad que volvieron a poner en agenda la violencia en Rosario, se suman los crímenes del domingo pasado un hombre de 77 años fue encontrado asesinado en Zeballos al 1.500. y otro el sábadoun joven de 23 años en barrio Godoy, con un puntazo en el cuello, por un celular–. 

Con esos datos, en lo que va del año (179 días) hubo 94 crímenes en la ciudad, es decir uno cada dos días en promedio. Sin embargo, en las últimas ocho jornadas, la velocidad con que se producen las muertes violentas en las calles creció a una cada día y medio.