Barrio Saladillo fue escenario el martes por la noche de una persecución entre personal policial y los ocupantes de una moto que, antes de escapar, descartaron una mochila y una granada, que resultó ser de gas. En el interior del bolso había un chaleco táctico y una gorra con insignias policiales, una amenaza escrita –no muy distinta a otras que aparecieron en atentados de conmoción pública recientes– y balas de grueso calibre y cargadores. El incidente fue notificado a la Fiscalía y la Policía de Investigaciones.

La secuencia, según pudo averiguar Rosario3 a partir de fuentes policiales y judiciales, comenzó en la zona de Avenida del Rosario y Belgrano, cuando personal de la Policía de Acción Táctica, en medio de operativo de identificación vehicular, observó a los ocupantes de una moto tipo Honda Tornado que giró en U y salió a toda velocidad no bien vieron al patrullero. El rodado sacó ventaja rápidamente y los agentes no pudieron alcanzarlo, indicaron fuentes del caso.

En ese entonces, una mujer que se trasladaba en auto alertó a los uniformados sobre la presencia de una mochila que habían descartado los sospechosos en moto, a metros del cruce de Dinamarca y Checoslovaquia (Avenida del Rosario al 600 bis).

Según voceros del caso, en la mochila había un cargador de pistola 9 milímetros y ocho municiones; un cargador de fusil FAL y 8 balas 7,62 x 51 milímetros; un portachaleco y una gorra, ambas con inscripciones de la Policía de Santa Fe, además de una granada española de gas –que fue entregada a la Brigada de Explosivos-, y una amenaza de corte tumbero dirigida al gobernador Maximiliano Pullaro.

El asesinato de Diego Celentano, cometido el 7 de marzo en Garmendia y Marcelo T. de Alvear; y la posterior detención de un sospechoso en Lamadrid al 400 bis tuvieron lugar también en barrio Saladillo, un dato que los investigadores a cargo del fiscal Pablo Socca tenían en cuenta al abordar esta nueva incidencia en el extremo sur rosarino.