Con el objetivo de descomprimir la violencia armada que aqueja la Vía Honda, tres fiscales solicitaron este miércoles ocho allanamientos en ese territorio del distrito oeste de Rosario. Varias brigadas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) apoyadas por grupos tácticos irrumpieron en los pasillos y viviendas de la villa y el lindero barrio Moderno en busca de armas y droga.

Los procedimientos pusieron sobre el tapete una supuesta disputa entre un grupúsculo que se atribuye el mote de “los Colombianos” y otro referenciado en el genérico de Los Monos, aunque los investigadores no descartan que ambas facciones en pugna respondan a distintas franquicias del clan Cantero.

En ese marco, al anunciar los resultados de la redada, los voceros de la AIC destacaron el secuestro de dos tipos de armas de escaso uso en las disputas callejeras: un revólver y una escopeta, además de municiones de distintos calibres.

Además, los efectivos irrumpieron en un desarmadero clandestino donde hallaron autopartes y un Fiat Siena con pedido de captura. En otro domicilio, donde detuvieron a un tal Lalo, dieron con más de 700 dosis de cannabis prensado.

Tiros en la canchita

 

Uno de los casos que motivó el operativo fue un tiroteo que tuvo lugar en el potrero de la Vía Honda el 4 de septiembre, ocasión en que una escaramuza terminó con dos heridos de bala: Lucas S. (26) y Milagros E. (24), quienes fueron derivados al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) desde una chatarrería ubicada en un pasillo entre Felipe Moré y Cerrillos.

A raíz de este hecho quedó en la lupa Eduardo “Lalo” R. y Luciano Sebastián A., dupla señalada por las propias víctimas que fue detenida a pedido del fiscal Federico Rébola.

Lalo cayó detenido en Espinosa (prolongación de Centeno) al 5500. Voceros del Ministerio de Seguridad lo perfilaron como “uno de los miembros mas jóvenes de una banda que opera para Los Monos”. En el patio de la casa, incautaron 736 trozos de marihuana prensada y balanzas de precisión.

Prensado paraguayo, lo incautado en el escondite de "Lalo".

En ese marco, los mismos voceros sostuvieron que esta investigación comenzó por las denuncias de vecinos que se sienten amenazados por la disputa de territorio entre una gavilla autodenomidada Los Colombianos y una pandilla que se referencia en Los Monos.

Como referente de los Colombianos, ubicaron a María de los Ángeles “Pelo Duro” Bogado, una piba de 19 años detenida a fines de octubre e imputada por una serie de extorsiones junto con su pareja Catriel Ezequiel Alcaraz, un recluso de 23 años que se encuentra en el pabellón 5 de la unidad penitenciaria Nº 11 de Piñero.

La pareja fue acusada el 28 de octubre por los fiscales Federico Rébola y Franco Carbone. En la audiencia se exhibieron audios amenazantes enviados a comerciantes desde la cárcel.

Según se especula, esta misma gente instigó el balazo al portón de la Unidad Nº 3, la cárcel de Richieri y Montevideo, el pasado lunes por la noche.

“Dejen de molestar a los pibes del pabellón 5 de Piñero. Atentamente: Los Colombias” fue la firma en el papel hallado en la penitenciaría del macrocentro que acompañó el ataque. La esqula deparó en una requisa en el pabellón mencionado donde hay presos oriundos de ese país como Víctor Sleyner A. y Daniel Stiven F. También allí está alojado Otniel “Dominicano” De León, condenado a 22 años por el crimen del policía Cristian Ibarra junto con Maximiliano “Chanchón” Cantero, uno de los hijos del fundador de Los Monos.

En el operativo no hubo detenidos por hechos de homicidio, aunque el fiscal Alejandro Ferlazzo, de esa unidad, intervenino en las solicitudes de allanamiento por la vinculación con un legajo de un crimen de barrio Industrial.

Como dato de color, también se reportó el hallazgo de unas diez palomas mensajeras, que ameritaron una intervención de la Sección Ecológica de la Policía Comunitaria.