Santa Fe cierra el 2020 como la segunda provincia argentina con mayor cantidad de donación de órganos y el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) de Rosario se convirtió en líder a nivel nacional.

El Ministerio de Salud de la provincia, a través del Centro Único de Donación, Ablación e Implantes de Órganos y Tejidos (Cudaio), destacó que se logró “la importante cifra de 87 procesos de donación (46 de órganos y 41 de tejidos)”.

Asimismo, el titular del Cudaio, Mario Perichón, destacó que “con las donaciones generadas en la provincia se posibilitaron 126 trasplantes de órganos y 67 de córneas”.

Cabe mencionar que en el país este año se realizaron 696 procedimientos de donación, de los cuales 439 fueron de órganos y 257 de tejidos.

La lista de espera nacional incluye a 7.100 personas que esperan trasplante de órganos y 2.200 que esperan una córnea. De ellas, 550 y 28, respectivamente, residen en Santa Fe.

Intervinieron una decena de hospitales y sanatorios rosarinos. (Cudaio)

El Heca, líder en el país

 

El Heca de Rosario logró 48 procesos de donación desde el 1º de enero, de los cuales 22 fueron de órganos y 26 de tejidos, con lo que fue el mayor generador de donantes a nivel nacional.

Para ilustrar la importancia de estas cifras, desde el Cudaio señalaron que “una de cada 15 donaciones que tuvieron lugar en Argentina este año ocurrió en el Heca. Los órganos y tejidos procurados allí hicieron posible 70 trasplantes de órganos, 37 de córneas y 14 de válvulas cardíacas”.

Y destacaron el trabajo de la unidad de procuración, creada por la institución dentro del hospital rosarino y coordinada por la Verónica Di Santo.

Los efectores santafesinos que también procuraron órganos y tejidos a lo largo del año fueron: hospitales Cullen y Alassia y sanatorios Del Diagnóstico y Español (de Santa Fe capital); hospitales Centenario, Provincial, Vilela, Italiano y Español y sanatorios Laprida, Ipam, Británico, Parque e Italiano Centro (de Rosario); Hospital Escuela Eva Perón, de Granadero Baigorria; Hospital Gutiérrez, de Venado Tuerto; y Hospital Ferré, de Rafaela.

Pandemia y plasma

 

En otro orden, la dirección de Cudaio señaló que “el año fue marcado por la pandemia y presentó cambios intrínsecos en los paradigmas de donación; no solo en Santa Fe ni en Argentina, sino en todo el mundo. Por un lado, el confinamiento produjo, entre tantas otras consecuencias, una disminución en la cantidad de potenciales donantes”.

“Al mismo tiempo -añadió-, las unidades de terapia intensiva, que es donde se generan las donaciones de órganos, debieron concentrar su mayor esfuerzo en los enfermos de coronavirus por largos meses. Todo esto sin que disminuyeran las necesidades de trasplante”.

Por otra parte, recordó Perichón que “apareció una demanda nueva e inesperada a partir del ensayo de tratamiento de covid con plasma de convalecientes, el cual también proviene de donaciones. Por eso es muy destacable que hayamos podido estar a la altura de un desafío histórico, con un personal sanitario bajo riesgo y presión permanente”.

De este modo, y en el marco del ensayo clínico nacional, en la provincia se colectaron 1.672 dosis de plasma de convalecientes de covid (PCC), que sirvieron para transfundir a 1.258 pacientes.

El área de hemoterapia de Cudaio estuvo al frente del esquema provincial de donación, procesamiento y distribución de plasma.

En el balance del año, su coordinadora Andrea Acosta expresó que “en el pico de los contagios se multiplicó enormemente la demanda de plasma para el tratamiento experimental de ciertos pacientes internados con covid. Esta demanda puso al límite las capacidades de nuestra estructura, ya que como punto de partida debimos atender a casi cinco mil personas de todos los rincones de la provincia que se postularon voluntariamente para donar, las cuales pasaban luego por distintas etapas de selección hasta llegar al número de los que pudieron transformarse en donantes reales”.

“Luego, cada unidad de plasma extraído debía procesarse en el Centro Regional de Hemoterapia de Rosario y, una vez apto para transfusión, distribuirse a los 46 efectores públicos y privados que lo han estado aplicando en toda la provincia. Para esta distribución, Cudaio contó con una logística de traslado que trabajó sin descanso, recorriendo miles de kilómetros contra reloj”, destacó Andrea Acosta.

Cabe resaltar que la obtención de plasma logró descentralizaste a partir de la obtención de máquinas de aféresis en las localidades de Venado Tuerto y Rafaela y de la incorporación de instituciones privadas al ensayo clínico nacional.

La cultura de la donación voluntaria y permanente

 

El área de Hemoterapia de Cudaio también trabajó fuertemente en la donación de sangre. En el año se realizaron más de 100 colectas públicas en 40 localidades de todo el territorio provincial, a las que asistieron casi 4 mil donantes.

Al ser las colectas actividades con concentración de personas, desde el 20 de marzo se trabajó con un cuidadoso esquema de asignación de turnos, control de síntomas y distanciamiento apropiado.

A su vez, se seleccionaron espacios muy amplios y aireados para llevarlas a cabo.

“Se destaca que un 62% del total de unidades extraídas en colectas externas y bancos de sangre de la salud pública provino de donantes voluntarios, lo que representa un avance esperanzador de esa forma de donación por sobre la tradicional, conocida como de reposición, que se basa en pedidos individuales dirigidos para cada paciente”, valoró Armando Perichón.

La donación voluntaria es la que se viene promoviendo desde Cudaio año tras año y es la que provee, estadísticamente, sangre más segura.