Alerta roja para el arroz: apareció una maleza en Argentina con gran capacidad de daño

Se trata del conocio "arroz rojo" que puede causar pérdidas muy importantes. Recomendaciones para los productores

     Comentarios
     Comentarios

El arroz cultivado (Oryza sativa L.) es uno de los cereales más importantes del mundo, pero su productividad se ve amenazada por una maleza muy cercana: el arroz maleza, también conocido como "arroz rojo". Esta maleza, que ha evolucionado junto al cultivo, puede no solo causar pérdidas de hasta el 80% en los rendimientos, sino reducir la calidad del grano y, por lo tanto, su valor comercial.

En un estudio reciente, un grupo de investigadores argentinos junto a colegas internacionales confirmaron que biotipos de arroz maleza (Oryza sativa) del NEA -de la misma especie que el arroz domesticado-, desarrollaron resistencia al activo imazapyr de la familia de herbicidas imidazolinonas (IMI), adquirida por hibridación con el arroz cultivado.

"Se trata del primer reporte en Argentina de resistencia en esta maleza, aunque ya existían antecedentes en países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Grecia, Italia, Malasia, Turquía y Estados Unidos".

Cabe remarcar que en Argentina, el arroz se cultiva principalmente en el noreste del país (Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe), con una producción promedio de más de 1,2 millones de toneladas, de las cuales la mitad se exporta.

Una combinación de rasgos, un problema complejo

El estudio no solo identificó la introgresión del gen de resistencia, sino que fue más allá rastreando otros rasgos de maleza en el genoma de los biotipos híbridos. El análisis de genomas confirmó que, mientras la resistencia a herbicidas (gen ALS) fue introgresada desde los cultivares, otros rasgos clave para la supervivencia fueron heredados del linaje aus.

Estos incluyen el desgrane de la semilla (gen Sh4), que le permite a la maleza dispersar sus semillas fácilmente antes de la cosecha; la dormición de las semillas, asociada al color del pericarpio rojo (genes Rd y Rc), que le permite persistir en el banco de semillas del suelo y germinar en ciclos futuros; la presencia de aristas; y la forma y el tamaño del grano. Adicionalmente, el estudio sugiere que el momento de floración (gen MADS51) también ha contribuido a la adaptación de la maleza, permitiéndole coordinar su ciclo de vida con el del cultivo.

"Una de las hipótesis que barajaban los investigadores para explicar la resistencia del arroz maleza a IMI, apuntaba al fenómeno conocido como exoferalidad. Esto implica que una especie silvestre adquiere rasgos de un cultivo por cruzamiento, es decir mediante el flujo de genes; combinando así la capacidad competitiva de una maleza con una característica de cultivo tan desafiante como la resistencia a herbicidas".

Implicancias para el cultivo

Los resultados de este estudio no solo brindan una explicación genética para la proliferación del arroz maleza, sino que también subrayan la necesidad de repensar las estrategias de manejo. Se postula que la rápida diseminación de estos biotipos se debe al movimiento de semillas no certificadas y a la maquinaria agrícola, lo que complica aún más los esfuerzos de control en los sistemas de producción.

Es claro que la clave del manejo frente a esta resistencia es diversificar las herramientas. Para ello, es fundamental el uso de semillas certificadas y la limpieza rigurosa de la maquinaria (especialmente cosechadoras) al moverse entre lotes para evitar la dispersión de nuevos biotipos. 

"El manejo de arroz maleza también puede incluir la rotación entre ciclos de cultivos y el uso de cultivos de servicios, como el trébol alejandrino, según estudios preliminares. En cuanto al control químico, es esencial rotar los modos de acción de los herbicidas".

Otro punto clave es el manejo adecuado de los programas de mejoramiento y su regulación, para evitar que la historia se repita con otros modos de acción. En Brasil, por ejemplo, ya se han liberado cultivares resistentes a ACCasa que recientemente generaron resistencia en arroz maleza.

El conocimiento de que la resistencia proviene de un flujo de genes entre el cultivo y la maleza destaca la importancia de monitorear estas dinámicas y de implementar prácticas agrícolas que minimicen la posibilidad de hibridación. Comprender el origen de la resistencia es el primer paso para desarrollar soluciones más efectivas y sostenibles para el control de malezas en el arroz.

Comentarios