La pandemia frenó la producción mundial de insumos clave para el armado de computadoras, notebooks y celulares, y los grandes jugadores internacionales se encargan de acaparar cualquier mínimo stock que surja. Ante el faltante, la ecuación empezó a cerrarse con una fuerte suba en dólares de los precios de los componentes, y fabricantes locales advierten que más temprano que tarde se trasladará a los precios. La buena es que el Gobierno está armando programas de financiamiento para adquirir tecnología nacional.
Algunos de los principales fabricantes nacionales de computadoras debatieron sobre la producción argentina en la materia en un webinar organizado por Enfasys. Entre ellos estuvo Sergio Airoldi, CEO de la nacida en Rosario, Air Computers, quien destacó: “Nuestro desafío es enorme, porque debemos competir con empresas globales, y el esfuerzo de la industria nacional es titánico”.
“El año pasado fue muy particular, porque hubo un crecimiento en ventas al percatarse la gente de la importancia de estar actualizada con la tecnología para cualquier actividad. Este año, si bien al abrirse actividades se dispersa más el gasto, creemos que habrá una gran demanda corporativa, estatal y gamer, un nicho que está creciendo muy fuerte y al que estamos apostando con modelos exclusivos”, analizó.
En este sentido, señaló que la fabricación nacional lejos está de ser la de una década atrás, sino que ahora se utilizan componentes de punta, y se brinda la posibilidad de armar computadoras a medida, ofreciendo gran variedad, sobre todo en lo que hace al mundo gamer. “No estamos teniendo problemas para que nos autoricen la llegada de partes para ensamble porque salen con licencia automática, la traba está en traer computadoras ya armadas”, apuntó.
Este bloqueo sirve para alentar precisamente a la industria nacional, en un proceso de reversión del modelo económico del Gobierno anterior, y que se busca consolidar con la imposición de un arancel para notebooks. El porcentaje está en discusión pero sería del orden del 16%. “Creemos que es un número correcto para poder trabajar libremente tanto con marcas locales como internacionales”, dijo Airoldi.
El otro aliciente que se está buscando sumar, y por el que hay buena predisposición es el del financiamiento a la compra. Ya están vigentes programas de descuento, sobre todo del Banco Nación, a los que se sumarían iniciativas para el pago en cuotas sin interés con otras tarjetas, y programas específicos de Gobierno.
Nosotros estamos capacitando a este personal técnico para que pueda dar rápida respuesta en cualquier lado de la Argentina, y es otro diferencial respecto al fabricante de afuera”, dijo Airoldi
Una línea de financiamiento muy utilizada, y que podría potenciarse es la Juana Manso, destinada a docentes y alumnos. A través de la misma se puede acceder créditos de hasta 100 mil pesos, con una tasa de interés del 12%, y un plazo a pagar de 36 cuotas. A raíz de esta, Air Computers incrementó su producción en su planta en el Parque Industrial de Alvear, sumando a la factoría que ya estaba activa en Buenos Aires. “Para atender esta demanda nos hará falta sumar más personal”, anticipó.
La idea del Gobierno nacional es retomar la política del ensamblado local, porque es lo que genera más mano de obra y requiere de una inversión menor que la fabricación de piezas, que pueden requerir desembolsos de u$s3 o u$s4 millones y sólo emplear a un par de operarios. A esto se suma la red de servicio de postventa y reparaciones que comenzó a reconstruirse en todo el país. “Nosotros estamos capacitando a este personal técnico para que pueda dar rápida respuesta en cualquier lado de la Argentina, y es otro diferencial respecto al fabricante de afuera”, aseveró.
Sin embargo Airoldi mencionó algunos de los obstáculos que están teniendo todos los fabricantes. En primer lugar, la producción y la distribución de China se encuentra desbordada de pedidos, sumado a que subieron fuerte los precios de las materias primas como el plástico y el cobre. “Hay jugadores mundiales como Samsung o Huawei que cuando sacan un nuevo modelo de celular, vacían el mercado de pantallas, por ejemplo. Estamos viendo una inflación internacional que llegará acá”, expresó.
Sólo a modo de ejemplo, se mencionó en la charla que un container proveniente de China costaba en enero de 2020 u$s700, mientras que hoy el mismo sale u$s10.000. “Hay también un fuerte incremento de la logística y la disponibilidad, y eso también impacta en el valor del producto a la hora de la nacionalización. Además todo lo sanitario tiene prioridad de carga, lo que genera más demoras y sobrecostos”, añadió.

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