El inicio de la última semana de agosto en Argentina tuvo un protagonista inesperado: los audios sobre presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que salpican directamente al entorno más cercano del presidente Javier Milei. La filtración, que apunta a su hermana Karina y a Eduardo “Lule” Menem, reactivó la batalla política en plena campaña electoral y, al mismo tiempo, desató un vendaval en los mercados financieros.
Mientras el oficialismo denunció una “operación política” fogoneada por el kirchnerismo, la oposición aprovechó para acusar al Ejecutivo de ser “el gobierno más corrupto de la historia”. Pero más allá de la pelea discursiva, el efecto se vio en la City porteña, donde los inversores reaccionaron con contundencia: dólares en alza, bonos castigados y acciones en su nivel más bajo en diez meses.
Mercado en alerta: todos los dólares subieron
El Banco Central volvió a perder reservas, con una caída de US$ 55 millones, y no logró frenar la presión cambiaria. El dólar oficial cerró en $1.370. El blue escaló a $1.380 promedio en Rosario. El MEP subió a $1.358,95. El contado con liqui avanzó a $1.362,68.
Bonos flojos y riesgo país en alza
Los bonos argentinos volvieron a caer (−0,7%) con fuerte volumen, lo que llevó al riesgo país a sumar 14 unidades en la jornada, hasta 767 puntos básicos. En la última semana ya acumula una suba de 61 puntos.
Acciones en mínimos de diez meses
La Bolsa porteña se derrumbó un 4%, acumulando el peor nivel en casi un año. En Wall Street, los ADR argentinos tuvieron bajas en bloque de entre 4% y 10%, con caídas fuertes en Supervielle, Edenor, Galicia, Telecom, Bioceres y Loma Negra, entre otras.
El golpe bursátil se potenció por el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella, que ya mostraba una baja del 13,6% frente a julio y del 16,5% interanual antes de conocerse el escándalo.
Caputo frente a un vencimiento clave
En medio del tembladeral, el ministro de Economía, Luis Caputo, encara este miércoles un vencimiento de $9,1 billones en deuda en pesos. Para evitar que esos fondos se vayan al dólar, ofrece un menú de letras en pesos, bonos a tasa Tamar —que ya trepó al 79% anual— y títulos dólar linked.
Los bancos, por su parte, endurecieron sus condiciones: los plazos fijos minoristas pagan 45% anual, pero los grandes depósitos superan tasas del 79%. Una tensión que erosiona el superávit financiero y amenaza con volver a teñir de rojo las cuentas públicas.
El frente externo y el agro
El contexto internacional tampoco ayuda. Las bolsas globales cerraron mixtas, con tasas largas en EE.UU. en repunte y riesgo de estanflación. El petróleo subió 1,4%, el Bitcoin cayó 4% y las criptomonedas profundizaron la baja.
En el agro, la guerra comercial entre EE.UU. y China abrió una ventana para la Argentina: Pekín evitó comprar soja norteamericana y reforzó compras a Brasil y a productores locales. La Bolsa de Comercio de Rosario estima que podrían exportarse hasta 11 millones de toneladas adicionales de soja argentina, generando divisas, aunque a costa de una mayor reprimarización de la economía.
Empresas y control financiero
En paralelo, la cadena francesa Decathlon anunció su regreso a la Argentina con una inversión de US$ 100 millones y la apertura de 20 locales en cinco años, que generarán 750 empleos directos.
El Banco Central y la CNV intensificaron el monitoreo de las cauciones bursátiles, cuyos rendimientos treparon a más del 100% anual en operaciones puntuales, reflejo de la crisis de liquidez.
Política y mercado, una bomba combinada
El estallido del caso de las coimas no solo agudizó la disputa política a semanas de las elecciones, sino que también golpeó de lleno en las acciones, los bonos y el dólar, dejando al Gobierno atrapado entre la incertidumbre política y el estrés financiero. Con vencimientos millonarios en el horizonte y un mercado que ya dio su veredicto, Caputo enfrenta una semana decisiva.

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