Claves del día: tasas históricas, dólar en alza, Milei en el Council y en la Bolsa de Comercio de Rosario

El Banco Central improvisa con encajes en máximos, el dólar sigue escalando, Milei pide “menos llanto” por la volatilidad y la Bolsa de Comercio de Rosario celebra su aniversario con muchos condimentos. Política, economía y mercados en tensión

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El vértigo financiero argentino no da respiro. A poco de cumplirse cuatro meses de la apertura parcial del cepo cambiario y a 40 días del final de las Lefi, el Banco Central se vio forzado a recalcular: tras subir encajes de 40% a 50% en apenas tres días, debió flexibilizar la medida para evitar que bancos asfixiados se hundieran en medio de un mercado donde unos flotan con liquidez y otros agonizan sin pesos.

La autoridad monetaria permitirá desde septiembre que las entidades computen en sus encajes los pases pasivos y las cauciones bursátiles tomadoras, siempre que el resultado neto sea negativo y se realice en mercados autorizados. Un alivio mínimo en un escenario que dejó atrás la comodidad de las Lebac, Leliq y Lefi, cuando los banqueros jugaban a ganar siempre y el Estado cubría las pérdidas. Hoy, sin red, la tensión se siente en cada tasa.

Tensión en las tasas, golpe en la economía

Los plazos fijos siguen marcando récords: 44% anual para pequeños montos y 77,4% en la llamada “Tasa Tamar” para montos grandes. Sin embargo, los dólares no frenan: el oficial cerró en $1.329,78 y el BCRA perdió US$ 207 millones en reservas en un solo día. Los bonos argentinos retrocedieron 0,5%, el riesgo país saltó a 747 puntos y la debilidad del AL30 dejó espacio a títulos en pesos que ganan volumen.

El diagnóstico de las consultoras privadas: el nivel de encajes está en su máximo en más de tres décadas, con más pesos inmovilizados que en circulación. Según Equilibra, el costo de este apretón monetario puede escalar a 0,27% del PBI hasta octubre, cifra comparable al impacto fiscal de una ley de emergencia. Y lo peor: la morosidad bancaria empieza a escalar.

Política y mercado: choque frontal

Mientras tanto, la política volvió a meter presión. El Senado sancionó la ley de Financiamiento Universitario y la emergencia del Garrahan, proyectos que Milei ya adelantó que vetará. En paralelo, el presidente aprovechó el Council of the Americas para desafiar a empresarios: “Menos llanto por la volatilidad de tasas”, lanzó, en medio de aplausos desde su propia comitiva.

El clima se enrareció cuando Federico Sturzenegger increpó en público al presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, acusándolo de “casta” por una cautelar judicial. El cruce dejó helados a los presentes, aunque el auditorio terminó aplaudiendo al dirigente empresario.

El frente externo: dudas y advertencias

El panorama internacional tampoco da respiro. Wall Street corrigió a la baja tras nuevos cuestionamientos de bancos sobre la efectividad real de la inteligencia artificial: el Nasdaq cedió 0,3% y el S&P 500 perdió 0,4%. En paralelo, Jerome Powell prepara su discurso en Jackson Hole, con los mercados esperando señales sobre un posible recorte de tasas en medio de la presión política de Donald Trump.

En Buenos Aires, Paolo Rocca —líder del Grupo Techint— compartió escenario con Robert Lighthizer, exfuncionario de Trump y halcón comercial. Su diagnóstico fue claro: China es una amenaza existencial y el mundo camina hacia una “nueva guerra fría”. Rocca advirtió que en Argentina las importaciones de bienes de consumo crecieron 143% en siete meses, un golpe directo a la industria nacional que amenaza con paralizar inversiones. “Hay que pensar cómo fortalecer el sector industrial local”, advirtió el empresario ítalo-argentino.

Cierre de semana caliente

Todo esto ocurre en la previa del 141° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde Javier Milei y Luis Caputo serán las figuras centrales en una gala que, además de economía, servirá como escenario para la interna por la sucesión de Miguel Simeoni en la presidencia de la entidad.

Entre tasas desbocadas, encajes históricos, dólares en alza, bonos en retroceso y tensiones políticas y comerciales que cruzan fronteras, la semana deja una certeza: el tablero financiero argentino ya no admite pilotos automáticos, y cada movimiento del BCRA o del Gobierno puede ser la chispa de un nuevo terremoto.

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