Virginia Rosa y Gustavo Martínez son dos cocineros rosarinos con mucho back en la gastronomía que decidieron inaugurar una original propuesta de cara al verano. Se trata de Hambriento Cocina Patio, que propone una invitación a cenar en un espacio exclusivo y privado que depara muchas sorpresas para los comensales que decidan animarse a la experiencia.
"La idea del Pop Up es similar a la de un speakeasy en el sentido de que es una propuesta que se monta en un espacio a puertas cerradas, donde solo se puede acudir con reserva. El concepto de la cocina Pop Up es que vaya cambiando de lugar, que hoy esté en un espacio, pero que en un futuro pueda ser montado en otro y siempre pensando en lugares medio insólitos como puede ser un museo, una galería de arte, etc", indicó Rosa a Ecos365.
Los chefs adelantaron que su primera edición tendrá lugar este sábado 28 de noviembre y habrá cupo para diez personas. Si bien no quisieron dar a conocer la ubicación, contaron que va a ser en una casa en el barrio Fisherton y que ofrecerán un menú de 5 tiempos, que se basará en productos de temporada.
"Lo interesante de esta propuesta es que te dejes sorprender, tanto del lugar como con respecto a la comida. Por supuesto, cuando nos llaman para reservar les consultamos si hay algo que no comen, si son vegetarianos, etc. como para estar seguros, pero la idea es que sea algo interactivo, que la gente venga y descubra de a poco cada detalle", contó Martinez.
La pareja se conoció quince años atrás, estudiando en el colegio del Rich, el emblemático restaurante rosarino donde también trabajaron durante algunos años. Mientras que Gustavo se dedicó a la cocina, Virginia se perfeccionó en el área de pastelería y, de a poco, sus carreras se fueron separando.
Gustavo trabajó en el hotel Pullman de Rosario y en España, Gustavo trabajo para el restaurante malagueño de cinco estrellas Michelín Muelle Uno y junto a Virginia en el Restaurante Martín Berasategui, en el país vasco, que cuenta con tres estrellas Michelín. También se embarcaron juntos en un viaje a La Pampa donde inauguraron el Hotel Mercure en Santa Rosario.
La propuesta está pensada para sostenerse en este espacio durante todo el verano, pero ambos destacaron que, en caso de tener buena llegada, planean ir rotando de lugar en los meses siguientes e incluso evalúan la posibilidad de ampliar los cupos de personas a cenar, aunque siempre con el foco en mantener la exclusividad. También remarcaron que durante la noche se respetarán todos los protocolos de seguridad contra el Covid-19, al igual que en un cualquier restaurante.
"Teníamos pensado ir a España nuevamente, pero el viaje se truncó por la pandemia y entonces fue el momento en el que decidimos abocarnos a este proyecto. Soñamos con tener un restaurante propio y nos parece que este es un muy buen inicio, es algo efímero, hoy está, mañana no sabemos qué nos deparará el destino", señalaron los cocineros.

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