Dejó la fábrica, se dedicó a la orfebrería y ahora la llaman para homenajear mascotas

Tiene 34 años y realiza joyas personalizadas en plata y alpaca. Su conexión con los animales la llevó a descubrir un nicho de negocios

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Noelia Andrada tiene 34 años y su emprendimiento, Katze Joyas, se especializa en bijou y orfebrería. Cada pieza es realizada de forma artesanal y su característica distintiva es que se basa en diseños personalizados de mascotas que sus clientes le encargan a través de las redes sociales. Si bien la propuesta se hizo conocida por sus dijes, ahora la gama de productos se extiende a llaveros, anillos y próximamente aros. Siempre con la cara del perro o gatito al que se quiera homenajear.

Todo empezó como un hobby: "Trabajaba en una fábrica y me lesioné. Viendo que la situación se ponía complicada y como siempre me gustó trabajar con las manos, empecé a armar el taller de a poquito. Finalmente, este año comencé a trabajar únicamente con mi emprendimiento", cuenta.

Como siempre le gustó la joyería, empezó a mirar videos en redes sociales hasta que se decidió y comenzó a estudiar orfebrería formalmente. "Estudié joyería contemporánea y este año arranqué con joyería profesional. Además, ahora estoy haciendo un curso de joyería contemporánea en la Biblioteca Vigil", explica con entusiasmo.

Katze significa gato en alemán, eso demuestra el amor que tiene por los animales, especialmente por los felinos, y que se refleja en su emprendimiento. "Me dedico a hacer medallas personalizadas de las mascotas de las personas. La idea surgió a partir de un regalo, le hice una medallita con la cara de su perra, busqué una foto, hice el diseño digital y después lo trasladé a la pieza", dice la emprendedora.

Noelia realiza medallas personalizadas con diseños de mascotas

Entre las miles de historias que le llegan a la joven artesana hubo una que le tocó el fondo del corazón. Se trata de un gatito el cual se encuentra perdido en la zona sur de la ciudad. Se llama Tupac, es gris, tiene 6 años y toma una medicación a diario. Su dueña lo está buscando y para sentirlo más cerca decidió contactarla para hacerse un dije y llevarlo en la piel hasta poder encontrarlo.

"Lo que más destaco de la joyería que hago es el vínculo afectivo que tiene la persona con el animal e intento poder transmitir ese amor en algo tangible. Muchas de las personas que me piden trabajos quieren hacerse una medalla porque son animales que ya fallecieron o se les perdieron, y quieren una pieza para recordarlos. Es una linda manera para que los lleven siempre con ellos", menciona.

A Noelía le gusta trabajar de noche y pasa desde las 20 hasta 6 de la mañana diseñando y creando. Cada trabajo le lleva hasta 8 horas de dedicación y se trata de una producción muy artesanal. Después de descansar, todos los días de la semana ocupa gran parte de su agenda en realizar cursos y capacitaciones para hacer crecer su negocio.

En la actualidad, es parte del programa municipal Impulsarte, destinado a fortalecer proyectos productivos y resultó seleccionada entre los 30 emprendimientos que obtuvieron un incentivo en concepto de capital semilla. “Lo que más me llevo de esta experiencia es la posibilidad de tener otra mirada sobre los aspectos sociales y ambientales. Me propuse reducir el plástico del packaging y trabajar más con la plata, que es un material que no genera desperdicios”, detalla a este medio.

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