Dólar soja: el poroto acaparó casi la totalidad de las DJVE desde la instauración del PIE

La causa podría hallarse en el diferencial de márgenes brutos que existe entre la industria y la exportación

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En el marco de una campaña signada por una brutal sequía, uno de los sectores que más absorbió los efectos negativos de la misma es la industria aceitera de soja. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) y estimaciones propias, la menor producción de la oleaginosa llevó a que la cantidad de molienda durante los primeros 5 meses de la campaña alcance 14,0 Mt y se encuentre en niveles mínimos desde el ciclo 2004/05.

En este contexto, el pasado 4 de septiembre el ministro de Economía estableció, mediante el Decreto 443/2023, la quinta instancia del Programa de Incremento Exportador (PIE V). A diferencia de las ediciones anteriores en las cuales el exportador podía liquidar la divisa a un tipo de cambio diferencial, en la instancia actual el mismo puede disponer libremente del 25% de los dólares que genere en la exportación de productos del complejo soja, liquidando el restante 75% al tipo de cambio oficial. Sin dudas, la instauración de esta nueva etapa del programa generó mayor dinamismo en las primeras jornadas para la comercialización de la oleaginosa, evidenciado en las operaciones registradas a través de SIO Granos, donde se observa que desde el comienzo del PIE V se realizaron operaciones por más de 3,1 Mt de soja.

No obstante, resulta interesante observar las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) del complejo soja anotadas desde el inicio del PIE V, tomando como tales las que se presentaron desde el 5 de septiembre para embarque en los próximos 360 días, se observa que el 99,7% de las mismas corresponden a exportaciones de poroto de soja, en tanto apenas el 0,3% restante abarcan a aceite y subproductos de soja.

De este modo, a pesar de que el Decreto que reestablece la nueva edición del Programa de Incremento Exportador menciona en sus considerandos el objetivo de generar un mayor dinamismo en la actividad de la industria de crushing argentina, en la práctica la relación de precios favoreció relativamente más, en su inicio, a la exportación de poroto sin procesar que a la industria, cuyos márgenes brutos continuaron hundidos en terreno negativo.

Este margen negativo causa un desincentivo para la industria de generar valor agregado a partir de la adquisición de grano en el mercado local, lo cual no sólo explica los bajos niveles de molienda de la campaña actual, sino que justifica el volumen récord de importaciones de soja en lo que va del año. A su vez, cabe destacar que el impulso de las exportaciones de poroto sin procesar en detrimento del sector manufacturero podría generar aún más complicaciones a la industria a medida que avancen los meses, cuando la disponibilidad interna de la oleaginosa resulte crítica.

En este marco, un hecho importante a resaltar es que los precios de los aceites vegetales más importantes a nivel internacional han mostrado una tendencia bajista en los últimos meses, en parte como consecuencia de la disminución de las tensiones entre Rusia y Ucrania y la disponibilidad de una producción de la región del Mar Negro mejor a lo que se preveían en sus inicios, a pesar de la continuidad de la guerra. En el siguiente gráfico se observa que los mismos se encuentran en niveles similares que hacia finales de 2020.

Mientras tanto, el precio del petróleo crudo, uno de los principales determinantes del valor de los aceites vegetales producto de su sustituibilidad como fuente de combustible, se ha mostrado en ascenso durante los últimos meses. Además, esta semana el gobierno de Rusia introdujo restricciones temporales a las exportaciones de gasolina y diésel con el fin de estabilizar su mercado interno, dando un impulso adicional a los precios del petróleo. Este hecho podría eventualmente poner un piso en los precios de los aceites vegetales e impulsar el rebote. 

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