El sector tecnológico muestra los dientes y ahora va por una ley que regule a freelancers

Empresas plantean que hay una "competencia desleal" con plataformas que se llevan profesionales argentinos sin pagar nada a cambio. Pero algunas dudan que regular la actividad sirva

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La Ley de Economía del Conocimiento les otorgó un marco normativo y un conjunto de facilidades y exenciones impositivas para promover y fortalecer las pymes del sector. El reclamo formal por un dólar diferencial por el segundo paso en pos de competir en mejores condiciones con las multinacionales. Y ahora las tecnológicas empezaron a presionar por una ley que regule a los freelancers, mucho de los cuales trabajan para empresas del exterior que no tributan en el país y se llevan el talento argentino. Sabedoras de que su aporte al histórico problema de la falta de divisas es cada vez mayor, las compañías del sector empiezan a elevar su perfil. Sin embargo no todos están de acuerdo.

Argentina cuenta con un millón de freelancers, y si bien es sumamente amplio y diverso el universo de los que componen ese sector, un grupo con cada vez mayor peso es el tecnológico. El gran nivel educativo del recurso humano local, buen manejo de inglés y una moneda nacional desastrosa lleva a que los trabajadores argentinos techie sean muy codiciados por empresas del extranjero. Desde Argencon, la cámara que nuclea a compañías del conocimiento, hablan de una “fuga de cerebros”, y aseguran que el tema ya está siendo analizado por el Ministerio de Desarrollo Productivo.

"Fuga de cerebros" y "competencia desleal"

Es que mientras las firmas nacionales deben pagar todos los impuestos, las de afuera se llevan a los trabajadores sin abonar nada al fisco, teniendo más margen para mejorarle la oferta al trabajador y causando fuertes distorsiones en el mercado. Está claro que abonar todos los tributos encarece el producto o servicio final que se brinda, obligando a los clientes nacionales a pagar más, y quitando competitividad internacional a la hora de pensar en la exportación. En el medio aparecen las plataformas de freelancers, que unen a profesionales con las multinacionales cobrándoles una tarifa a ambos y también sin dejar nada al país.

Sobre estas últimas reconocen las dificultades de encuadrarlas en un régimen por el cual deban pagar algo, porque muchas de ellas son sólo virtuales y del extranjero. Sin embargo se evalúa alguna forma de alcanzar a las empresas que las contratan, que se llevan los pocos trabajadores en la materia con los que se cuenta, profundizando todavía más la escasez, y a los propios empleados. “Sufrimos una competencia desleal, que a la vez provoca una pérdida de la propiedad intelectual de lo que se desarrolla en la Argentina y de las divisas que quedan afuera del circuito económico”, señalaron desde la Cámara de la Industria Argentina del Sofware (Cessi).

No obstante la aparición de criptomonedas y bancos virtuales complejiza la posibilidad de aplicar normas laborales, fiscales y previsionales argentinos tanto a las firmas como a los profesionales. La Ley del Teletrabajo no abordó el tema, así como tampoco la de Economía del Conocimiento. De cualquier modo hay escepticismo sobre la posibilidad de que algún tribunal extranjero donde tenga sede la empresa involucrada tome en consideración alguna legislación laboral argentina.

Mientras tanto, los freelancers trabajan inscribiéndose como autónomos ante AFIP, lo que se traduce en una baja del 27% de ingresos, y sumado al Impuesto a las Ganancias, la pesificación forzada al tipo de cambio oficial y los gastos de trámites bancarios para cobrar del exterior, terminan desalentando esta posibilidad y favoreciendo el cobro a través de criptomonedas, con las que abonan bajas comisiones.

Es por eso que expertos tributarios consideran que una ley que los incluya debería contemplar una drástica reducción en los aportes previsionales autónomos, posibilidad de recibir divisas o liquidarlas a un tipo de cambio cercano al contado con liquidación y suba del mínimo no imponible.

Qué opinan desde el Polo Tecnológico de Rosario (PTR)

En una entrevista realizada con Ecos365, el titular del PTR, Ignacio Sanceovich, había reconocido la preocupación de empresas del sector por la creciente fuga de profesionales, y consideró que las razones no son meramente económicas sino también culturales, por la posibilidad de trabajar en proyectos globales, conocer otros entornos y adquirir roce internacional que brindan muchas compañías de afuera. De allí que opinó que la respuesta para sostener al personal no debe pasar sólo por cuestiones restrictivas, sino también proactivas apuntando a mejorar salarios y también la inserción de pymes locales en el mundo.

“No queremos mantenernos en la queja o en la restricción, sino en mejorar la oferta para que el profesional elija la empresa local antes que el trabajo freelance, que tampoco te da una garantía económica, una continuidad a largo plazo, ni una estructura empresarial que lo soporte. Por ahí cuando uno es joven no le preocupa tanto eso, pero cuando es más grande si”, había señalado y luego agregó: “Tenemos que levantar la vara y pensar en proyectos globales, integrarnos con un ecosistema tecnológico mundial, porque hoy los proyectos no tienen barreras geográficas, y las empresas deben estar preparadas para estar a la altura de eso, con el personal capacitado en idiomas y en otras cuestiones básicas. Pretendemos trabajar fuertemente en las empresas para garantizar que ese talento que tanto cuesta retener, encuentre posibilidades dentro de la firma local, brindando la posibilidad de cumplir con el deseo de trabajar en proyectos globales dentro de nuestras empresas”.

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