La Comisión Nacional de Valores (CNV) ha dado un paso trascendental en el sector inmobiliario con la implementación de un régimen especial de fideicomisos hipotecarios. Este nuevo marco regulatorio, establecido mediante la Resolución General 1053/2025, tiene como objetivo principal dinamizar el mercado de créditos hipotecarios y facilitar las operaciones en el mercado de capitales. Desde la CNV, explican que se trata de una iniciativa diseñada para “promover un sistema más ágil y simplificado” que contribuya a la creación de un mercado de créditos hipotecarios “robusto y sostenible en el tiempo”.
Este nuevo régimen se destaca por su flexibilidad, una característica que marca una diferencia significativa con respecto al régimen general. Por ejemplo, se reduce el período de difusión a tan solo un día cuando la oferta está dirigida a inversores calificados, en lugar de los tres días que se requerían anteriormente. Esta agilidad en los plazos es clave para atraer a inversores profesionales que buscan oportunidades rápidas y eficientes en el mercado inmobiliario. Además, el régimen permite la reapertura de colocaciones hasta dos años después de la emisión original, algo que antes no era posible. Esto brinda a las entidades financieras la posibilidad de ajustar sus estrategias de acuerdo con las necesidades del mercado.
Otro aspecto innovador es la capacidad de emitir valores fiduciarios adicionales con oferta pública automática. Según la CNV, “esto significa que, además del monto autorizado inicialmente, el fideicomiso puede emitir nuevos títulos de manera ágil y sin trámites adicionales”. Esta flexibilidad no solo facilita la gestión de los fideicomisos, sino que también abre nuevas puertas para la inversión, permitiendo que las entidades respondan rápidamente a las demandas del mercado.
La base legal de esta medida se encuentra en el Decreto N° 1017/24, que otorga a la CNV la autoridad para regular y supervisar las entidades que cumplan con los requisitos necesarios para anotar los boletos de compra-venta en todo el país. Este decreto también apoya la implementación de un régimen de securitización que busca simplificar los procesos y reducir las barreras para la financiación inmobiliaria. En este contexto, la CNV se posiciona como un actor clave en la promoción de un mercado más transparente y eficiente.
Este nuevo régimen no solo beneficia a las entidades financieras y a los inversores, sino que también tiene un impacto positivo en el mercado inmobiliario en general. Al facilitar el acceso al crédito y agilizar los procesos de securitización, se espera que se fomente la construcción y la adquisición de viviendas, lo que a su vez podría impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo en el sector. Esto es particularmente relevante en un contexto donde el acceso a la vivienda sigue siendo un desafío para muchas familias argentinas.
Un ejemplo claro de cómo este tipo de medidas pueden transformar un mercado es el caso de Estados Unidos, donde los fideicomisos hipotecarios y la securitización de créditos han sido pilares fundamentales del sector inmobiliario. Aunque es importante aprender de esas experiencias y adaptarlas al contexto local, como bien señalan desde la CNV, el objetivo es “consolidar un mercado que responda a las necesidades específicas de Argentina”.
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