Aceros Coco analiza seriamente adquirir un terreno pero no para abrir una nueva sede, sino para ceder a las familias que usurparon su propio predio y que les impiden desde hace cinco años terminar con su centro logístico.

El conflicto tiene larga data pero al parecer está pronto a entrar en las instancias finales. La siderúrgica rosarina inició en 2016 la construcción de un centro logístico en un predio que tenía desde hacía varios años en la zona de 27 de Febrero y Circunvalación, cerca de la sede central de la firma.

En 2016 inició los trámites correspondientes ante la Municipalidad de Rosario que le dio el ok, pero fue entonces que un grupo de 13 familias ocupó una fracción de este terreno. Se trata de unos 20 por 80 metros, una pequeña porción del predio de 13 mil metros cuadrados, pero que les impide terminar con la obra.

“Pudimos construir la nave principal, pero no podemos completar el sector de oficinas, la balanza de pesaje ni el área de ingreso principal porque esta gente ocupó la zona”, manifestó Mario Coco titular de la empresa con más de medio siglo de trayectoria. “Desde entonces tenemos que entrar por una calle lateral que da al fondo, y no podemos acceder por Circunvalación”, agregó en diálogo con Ecos365.

La usurpación los llevó a presentar una denuncia penal, que luego fue redirigida a la Justicia Civil, donde se exigió el desalojo. La causa no registró avances durante el 2020 con la excusa de la pandemia, y lo cierto es que está provocando un serio perjuicio a la empresa, porque no puede ocupar plenamente esta sede ni tampoco alquilarla a un tercero, otra de las alternativas en estudio a raíz del riesgo que implica contar con gente viviendo en la zona.

Ante eso, entre el municipio y Aceros Coco comenzaron a tejer una solución que podría ser la adquisición de otro terreno para reubicar a estas familias. “Nosotros estamos analizando esta posibilidad, pero el tema es que si no se avanza con el desalojo, seguimos dependiendo de que esta gente quiera ser trasladada a otro lado”, explicó el empresario.

Nosotros estamos analizando la posibilidad de comprar un terreno para esta gente. Pero el tema es que si no se avanza con el desalojo, seguimos dependiendo de que quiera ser trasladada a otro lado”, dijo Coco

Otro punto que queda por resolver es el nivel infraestructura que se le exigirá a la firma para brindar a estas familias, con el fin de resolver ellos mismos -y ante la inacción judicial- un conflicto del cual son víctimas. Para eso intervendría el área de hábitat municipal.

Lo cierto es que desde el Concejo Municipal miran con atención este tema, mientras estudian el convenio urbanístico presentado por la empresa y el municipio para darle formalidad al levantamiento de este centro logístico. Si bien ambas situaciones se abordan de manera separada, se le daría luz verde en el ámbito legislativo una vez que esté suscripto o próximo a cerrar el acuerdo entre empresa y vecinos.