Tira y afloje por las nuevas normativas de construcción en Alberdi, Rondeau y Fisherton

Sin llegar a un acuerdo, la Municipalidad y el Concejo continúan debatiendo las nuevas normativas urbanísticas para el barrio y los corredores. Principales puntos

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Este lunes tuvo lugar una nueva reunión de la Comisión de Planeamiento, presidida por la concejal de Iniciativa Popular, Fernanda Gigliani. Por estos tiempos, la misma tiene como eje central la discusión en torno a las normativas urbanísticas a establecer en el barrio Fisherton y en los corredores avenida Alberdi y Boulevard Rondeau. El principal punto de fricción entre las modificaciones propuestas por el Ejecutivo municipal y el Concejo radica en la eliminación de la lógica de torre exenta para los corredores.

En concreto, y tal como señaló Ecos365 anteriormente, hoy rige en la zona la obligación de dejar seis metros de cada lado de la medianera, mientras que el municipio plantea eliminar esta restricción, bajo el argumento de que desincentiva la construcción. En este sentido, la iniciativa municipal contemplan que en ambas trazas se pueda edificar con medianeras pegadas unas a otras como en el resto de la ciudad, principalmente en la zona céntrica.

En diálogo con Ecos365, Gigliani aseguró que no se le pudo dar tratamiento al proyecto de la intendencia por lo que el debate continuará en los próximos días. Y es que los tiempos apremian ya que, por ejemplo, la suspensión en el otorgamiento de permisos de edificación en la zona de Fisherton está próxima a vencerse. La misma había sido estipulada por el Concejo mientras se definían los cambios normativos en el barrio que aún siguen en discusión.

"El tema continúa en debate y todavía no pudimos ponernos de acuerdo. Le hicimos valoraciones a la Municipalidad y ellos nos tienen que hacer una devolución que todavía no llegó. Lo que me sorprendió es que hay un gran consenso entre los bloques de concejales en mantener esta exigencia de dejar seis metros de cada lado de la medianera para permitirte mayor altura porque genera mayor iluminación, circulación de aire y mejoras ambientales", consideró Gigliani.

La hipótesis que maneja la gestión oficial es que el formato de torre fracasó ya que no logró atraer las inversiones de empresas desarrolladoras. Bajo este argumento, sostienen que el régimen de medianeras pegadas es más accesible ya que requiere de terrenos más chicos para construir y le daría trabajo a empresas medianas que muchas veces no tienen la capacidad de encarar desarrollos más grandes.

"Para poder lograr estos espacios entre edificaciones, la norma establece que se puedan unificar lotes porque receder seis metros a cada lado en un lote pequeño es inviable. Hasta ahora esas unificaciones no se dieron y yo creo que apresuradamente se quiere eliminar la norma, pero a veces los procesos de transformaciones urbanísticas llevan muchos años y si estamos de acuerdo en que la construcción en torre es el norte debería mantenerse", opinó Gigliani.

¿Qué otras alternativas se evalúan?

Desde Cambiemos, Martín Rosúa consideró que el régimen de construir con medianeras propuesto por la Municipalidad puede adaptarse mejor a la zona de Alberdi que cuenta con un entramado urbano "más conformado". En este sentido, desde el bloque están armando una contrapropuesta para presentarle al municipio, la cual todavía está en discusión.

Según adelantó el edil, el punto central del proyecto que están delineando fijaría que se vuelva al sistema de medianeras en el corredor Alberdi y permanecer con el sistema de torres y edificios de perímetro libre en Rondeau, ya que este último cuenta con viviendas "más diseminadas" y pueden atraerse inversores con la capacidad de adquirir varios terrenos.

"Nosotros queremos que se mantenga el sistema de edificación en torre en Rondeau porque es una forma más atractiva de construcción. Muchos desarrolladores quieren agarrar un terreno chico y construir ahí pero lo que falta de parte de la Municipalidad son incentivos para que se puedan acumular terrenos", consideró.

El caso Fisherton

En junio de este año, se prorrogó la suspensión de otorgamiento de permisos de edificación para el barrio de Fisherton con motivo de dar tiempo a que se aprueben los nuevos indicadores urbanísticos que están a evaluación de la Comisión de Planeamiento. Pero esa prórroga vence en pocos días y aún tampoco se definió qué sucederá en el barrio.

"Se nos vencen los plazos de edificación y esto amerita una discusión urgente porque no vamos a poder tener mucho tiempo más suspendidos los permisos", consideró Gigliani y agregó que en el caso de Fisherton ocurre que, en virtud de la proliferación de nuevas construcciones y condominios, perjudican la identidad cultural y ambiental del barrio, eliminando árboles y edificando en lugares sin cloacas.

Esta fue una de las preocupaciones planteadas por vecinos que vivieron en carne propia la expansión urbanística del barrio de la mano de desarrollo que, según indicaban, atentaban contra la vegetación, luminosidad y espacios libres en la zona.

En este sentido fue que la Municipalidad elaboró el proyecto que actualmente se encuentra en tratamiento. El mismo diferencia las zonas de Fisherton que cuentan con cloacas de las que no tienen el servicio, o no disponen de un adecuado nivel de provisión de agua.

También propone la incorporación de unidades funcionales máximas y la idea es que en las zonas donde haya cloacas, se autorice una unidad cada 250 metros cuadrados, mientras que en las que se carece de las mismas, se apruebe una unidad cada 500 metros cuadrados.

Además, la iniciativa del ejecutivo plantea que en los corredores jardín se pueda construir con un máximo de planta baja más tres pisos, tal los casos de avenida Real y calle Schweitzer, mientras que zonas más espaciosas como las avenidas Eva Perón y Jorge Newbery se autorizaría planta baja más cinco pisos.

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