La semana bursátil en Argentina cierra con un panorama sombrío: fuertes retrocesos en acciones, ADRs y bonos soberanos, sumados a un aumento en las tasas en pesos, marcan un clima de tensión creciente en los mercados. La fallida licitación del Ministerio de Economía (Mecon) se combina con un deterioro en la confianza de los inversores, golpeando tanto a la renta variable como a la renta fija.
Este jueves, el índice Merval se desploma un 4,4%, arrastrado por la falta de apetito del mercado hacia los instrumentos de deuda emitidos por el Tesoro y por la incertidumbre económica y política que persiste. Entre las acciones más castigadas de la jornada se destacan Grupo Supervielle (-9,7%), Transportadora de Gas del Sur (-5%), Edenor (-4,8%), Central Puerto (-4,7%) y Metrogas (-4,6%).
La presión vendedora no se limita al mercado local. Los papeles argentinos que cotizan en Wall Street replican la tendencia negativa, golpeados por la ausencia de señales claras desde el frente doméstico. Banco Supervielle pierde 11,4%, Grupo Financiero Galicia retrocede 4%, Edenor cae 3,6%, YPF cede 3,5% y Banco Macro desciende 3,3%.
En el mercado de deuda, los bonos soberanos en dólares operan en baja a lo largo de toda la curva. Las pérdidas llegan hasta el 0,7% en el Global 2046, mientras que el Bonar 2029 se retrae un 0,6%. En contraposición, los títulos en pesos ajustados por CER muestran leves avances, con el TX26 subiendo un 0,3%.
La licitación genera incertidumbre
El Tesoro adjudicó $9,147 billones en la última licitación, sobre un total de ofertas por $9,977 billones. Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), el rollover —la renovación de vencimientos— se ubicó por debajo de 1x, alcanzando apenas 0,61x, lo que significa que gran parte de la deuda que vencía no logró ser refinanciada.
Además, el mercado evitó las LECAP más cortas (a vencimiento en septiembre) y prefirió extender plazos, reduciendo la participación de estos instrumentos al 35,8% del total adjudicado, muy por debajo del 63,8%-89% que representaron en las tres licitaciones anteriores. Esto revela una preferencia de los inversores por evitar tasas fijas a muy corto plazo en medio de un clima financiero volátil.
El Tesoro convalidó rendimientos más altos que en el mercado secundario, otorgando un premio de entre 13 y 76 puntos básicos respecto al cierre previo, y dejó sin colocar algunos instrumentos clave, como la letra TAMAR a más largo plazo, un dólar linked y un BONCER. Entre los títulos adjudicados, se destacaron tasas efectivas mensuales de entre 3,6% y 4,48%, y en el caso de los instrumentos ajustados por TAMAR, se ubicaron en spreads del 6% y 7,5% TNA.

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