Desde la asunción del nuevo ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, hasta este viernes 20 de diciembre pasaron cosas. Muchas cosas. El titular de esa cartera realizó fuertes declaraciones sobre la complicidad de las fuerzas de seguridad con grupos narcocriminales, relevó 30 jefes de unidad y hasta envió audios calientes a comisarios. Dijo que "la cosa" se iba a poner "picante". Y en los hechos así fue.

Una semana después, no hay evidencia ni es posible afirmar que esos gestos hayan generado resistencias dentro de la fuerza. Pero quienes investigan episodios sensibles de las últimas horas (dos fugas extrañas, por ejemplo) intentan hallar pruebas para transformar en acusaciones formales lo que creen: que una y otra cosa están vinculadas.

Este viernes, por ejemplo, primero se escapó de su prisión domiciliaria Lucas Alejandro Ponce, yerno de Ariel "Viejo" Cantero, uno de los líderes de la banda de Los Monos. Ponce esperaba un fallo en el que finalmente fue condenado este viernes a 18 años por un homicidio.

Después, por la tarde, se conoció el insólito escape de Ariel Sebastián Acosta, alias Teletubi, de las celdas del subsuelo del Centro de Justicia Penal, un sitio ultracustodiado.

La primera hipótesis que reconstruyó Telenoche (El Tres) indica que alguien abrió la puerta de la celda de Delgado (quien por la tarde iba ser condenado a 13 años de prisión en ese edificio judicial) o al menos la cerró mal de forma dolosa.

Se presume que Teletubi subió por las pasillos internos usados para traslados de detenidos y atravesó una sala del Centro de Justicia Penal (que tiene monitoreo de cámaras de seguridad), volvió a descender hasta la planta baja y salió por la puerta principal de calle Sarmiento (y Virasoro). Solo y caminando. Todo eso rodeado de policías, aunque su custodia estaba asignada a un Servicio Penitenciario que tiene también nueva conducción y que pasó del ámbito de Seguridad a Justicia.

Familiares de una víctima de la banda criminal que integra Delgado afirmaron a El Tres que lo vieron escapar. 

Uno de los datos llamativos en esta secuencia es que la discusión del ministro de Seguridad Saín con el ex jefe de la Policía de Rosario, Marcelo Gómez, (el ya famoso audio de que "se va poner picante") se inició por la quita de custodios a lugares clave de Rosario. Uno de los informes que originó ese reproche fue de la jefa de custodia del Centro de Justicia Penal, Marcela Muñoz.

Ni Gómez ni otro policía están imputados. Algunos aseguran que la orden de custodia estaba vencida o que, como jefe y sin contacto desde la nueva conducción política, tenía la potestad de disponer cambios en la asignación de recursos y enviar más policías o patrulleros a los barrios.

No obstante, el teléfono del comisario Gómez y el de Sergio Cantero fue secuestrados (con su colaboración) por interés de la fiscal Paola Aguirre, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del Ministerio Público, quien deberá determinar qué escenario se configura. 

Por lo pronto, el próximo lunes Matías Edery y Luis Schiappa Pietra llevarán a audiencia oral y pública a los dos agentes penitenciarios que quedaron detenidos este viernes por la fuga en el corazón de la Justicia penal de Rosario. Y allí comenzarán a desplegar la prueba.