A seis años de la ejecución del joven Juan Cruz Vitali en Capitán Bermúdez, causa que involucra a cuatro policías tanto por el homicidio como por encubrimiento, la querella dio a conocer el estado de la investigación, que se encamina a la audiencia preliminar al juicio. En esa instancia se formalizarán las acusaciones y los pedidos de pena. Se espera que el trámite tenga lugar en las próximas semanas, allanando así el camino hacia el debate oral.
La representación de los familiares de la víctima está a cargo del abogado Guillermo Campana. “Podemos afirmar que se trató de un claro caso de gatillo fácil y de extrema gravedad institucional, que exige reparación, justicia y sanción a los responsables”, señaló. En ese marco, adelantó que solicitará la pena máxima para el principal acusado, el comisario Sergio “Chamuyo” Di Franco, señalado como quien le disparó por la espalda a la víctima durante una persecución. Y cuatro años para el entonces el jefe de Orden Público Ariel Devico, por abrir fuego contra el auto de Vitali.
El hecho ocurrió el 12 de mayo de 2019 en Capitán Bermúdez. La querella recordó que, alrededor de las 6 de la mañana, se desarrollaba un operativo conjunto entre personal municipal de tránsito y efectivos de la Unidad Regional XVII, en inmediaciones de la zona de locales bailables. En ese contexto, un Volkswagen Fox negro protagonizó un siniestro vial y continuó su marcha atravesando el operativo sin detenerse e impactando contra conos de señalización.
En el vehículo iban Juan Cruz Vitali y su novia, quienes habían concurrido al boliche Fulana Summer Club. El personal policial inició una persecución y logró alcanzarlos en la intersección de 2 de Abril y General López, donde dos móviles les cerraron el paso. De ellos descendieron tres uniformados que comenzaron a disparar contra el auto –se registraron cuatro impactos–, tras lo cual Vitali logró escapar y se alejó atemorizado por la violencia policial.
La persecución continuó hasta Montevideo al 400, domicilio del tío de la víctima. Allí, Vitali bajó del auto e ingresó al inmueble. Corrió por el patio hacia la vivienda, mientras era perseguido por Di Franco, quien le efectuó dos disparos por la espalda, uno de los cuales le impactó en la nuca y le provocó la muerte.
De acuerdo con la querella y la Fiscalía, a partir de ese momento se activó un protocolo de encubrimiento con el que se intentó instalar la versión de que los disparos habían sido accidentales, producto de un forcejeo entre Di Franco y Vitali. Esa maniobra derivó en una investigación penal que tiene a otros dos policías imputados –Gonzalo “Chino” Paz y Jorge Daniel Quintana– y a uno condenado, Gustavo Daniel Spoleti, mediante un juicio abreviado donde también se ventiló su conexión con el narcoempresario Esteban Alvarado.
En 2019, la causa Vitali quedó a cargo de la fiscal Melisa Serena por razones de jurisdicción. En 2021 pasó a manos de los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra.
La querella solicitó para Di Franco la pena de prisión perpetua e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en carácter de autor y en grado consumado, en concurso real con abuso de armas calificado.
Para el jefe de Orden Público Ariel Devico se pidieron cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, accesorias legales, costas e inhabilitación especial para integrar fuerzas de seguridad o ejercer cargos públicos por nueve años, por abuso de armas calificado en carácter de autor y en grado consumado.



