Posiblemente después del de los médicos, el trabajo de los contadores fue uno de los que más creció en volumen desde el inicio de la pandemia. A las gestiones tradicionales para sus clientes, se sumaron otras para obtener el ATP, el Repro, acceder a moratorias u otras líneas de ayuda, cuyos requisitos fueron cambiando en forma permanente. En un contexto de jornadas laborales extenuantes, sin poder ajustar los horarios al ritmo de inflación, cayó la última medida de AFIP de presentar los contratos de locación. “Nos piden tres veces entregar la misma información, en una fecha en la que hay que hacer múltiples presentaciones, y a través de una web que no funciona bien”, se quejaron algunos.

La reglamentación de la ley de alquileres impuso a los locadores la obligación de presentar ante el fisco el contrato de locación, fijando como fecha tope el 15 de abril, pero recién habilitándose el micrositio para concretar la operación el 1° de marzo. Es decir que se otorga un mes y medio para conocer cuáles son los requisitos a cumplir, hacer entrega de todo lo requerido y esperar no obtener alguna objeción del fisco para regularizar la situación. Pero es tal la sobrecarga de trabajo, que hubo una presentación formal para postergar este trámite hasta agosto.

Se nos están superponiendo una cantidad tan grande de normativas que es ilógico que las fijen para la misma fecha”

“El 31 de marzo vence el nuevo impuesto a la riqueza, el cual plantea hacer un balance especial con fecha de 18 de diciembre. A eso se suma que por uso y costumbre, durante estas semanas estamos trabajando en la elaboración de balances de ejercicios que cerraron el 31 de diciembre, que por normativa deben estar listos y aprobados cuatro meses después. Y encima ahora hay que entregar estos contratos de alquiler”, enumeró el ex titular del Consejo de Ciencias Económicas de Rosario, Ricardo Schneir. “Se nos están superponiendo una cantidad tan grande de normativas que es ilógico que las fijen para la misma fecha”, agregó.

Si bien reconoció que la posibilidad de hacer la entrega en agosto, como piden a nivel nacional, les otorgaría cierto aire, tampoco resultará sencillo. “En agosto se nos va a superponer con los vencimientos de junio y julio. Es tal la cantidad de regímenes de vencimiento que es muy difícil trabajar hoy por hoy. No podemos ejercer con gusto la profesión”, se quejó en diálogo con Ecos365.

“No es tan fácil hacer la gestión como se cree, porque requiere de mucho tiempo reunir la documentación, escanearla, cargarla a la página de AFIP que no anda muy bien y completar todos los datos”, advirtió la CPN Nancy Eterovich. “Así como se demoraron en reglamentar la ley , podrían habernos dado más tiempo para reunir todo y que no se arme un cuello de botella, porque además una cosa es hacerlo con contratos nuevos, y otra hacerlo retroactivo como se plantea”, especificó.

Dicen que esto no implica más carga impositiva, y puede ser, pero sí requiere de mucho más tiempo, de más horas hombre, y eso es más dinero”

“Dicen que esto no implica más carga impositiva, y puede ser, pero sí requiere de mucho más tiempo, de más horas hombre, y eso es más dinero”, señaló por su parte Manuel Ilundain y lo graficó: “El empresario le tiene que pagar a un contador y los estudios a más gente para cargar esa información que son cuestiones administrativas, cuando podrían utilizarse esos recursos en algo más productivo”.

Otros profesionales recordaron que algo similar se quiso hacer tiempo atrás, y sólo terminó aplicándose para inmuebles rurales. “Si ya tenés la misma información en la factura electrónica y en otros registros, ¿es necesario que se presente tres veces lo mismo? Es más, cuando los propietarios pidan a inmobiliarias que se lo hagan, estas subirán las comisiones y el dueño lo trasladará al alquiler, encareciéndolo todavía más”, apuntó un contador en reserva.