Denuncian por administración fraudulenta y estafa a reconocido científico del Conicet

Socios le adjudican irregularidades en el armado de una sociedad anónima dedicada a la venta de un probiótico y de haberlos engañado para invertir "cuantiosas sumas de dinero" en ella

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Tiempo atrás, cobró notoriedad un probiótico que publicitaba su capacidad para extender la vida de las personas que lo ingirieran, dado sus beneficios asociados al fortalecimiento de las defensas y mejoras en el sistema inmunológico. Se trata de un suplemento dietario a base de la bacteria basillus subtilis que comenzó a comercializarse en farmacias y dietéticas bajo la marca Kyojin.

Las investigaciones para dar con los efectos positivos de dicha bacteria fueron encabezadas por Roberto Grau, bioquímico de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) e investigador del Conicet. Luego de varios años de estudios, el científico, especializado en Biología Molecular, decidió dar un salto al ámbito privado lanzándose a producir un probiótico que la contenía y que comenzó a comercializar en forma de suplemento a través de la empresa Kyojín SA.

Sin embargo, un grupo de cinco socios que integran la sociedad denunció a Grau por irregularidades en su manejo y manifiestan haber sido engañados para invertir en la misma a cambio de "supuestas" acciones. En concreto, aseguran que el científico se quedó con su dinero y con las ganancias percibidas durante este tiempo por la comercialización del probiótico y por subsidios recibidos de parte del Estado.

Denuncia por estafa y fraude

Según consta en las denuncias penales radicadas en la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción de Rosario, cuya causa está siendo llevadas adelante por la fiscal Juliana González, el 24 de enero del 2019 fue la fecha en la que se constituyó Kyojín S.A., firma con sede comercial en calle Castellanos 1335, mediante la cual se comenzó a distribuir y comercializar el probiótico Kyojín en formato de alimento bebible diluible.

Dichas denuncias fueron presentadas por cinco personas, de iniciales: F.Z, M.D, M.T, B.B y A.W, quienes figuran en la actualidad como socios de la empresa y pidieron mantener sus nombres en reserva.

Aseguran que desde la fecha en que se creó la sociedad hasta ahora, nunca percibieron ganancias “a pesar del real ingreso de cuantiosas sumas de dinero” que aportaron cuando se incorporaron como socios a la firma. Afirman haberle otorgado a Grau, (junto a otros cinco socios que al momento no habrían tomado acciones legales) un total de $36 millones de pesos por acciones de la empresa.

Según informó a Ecos365 una de las fuentes, el contacto comercial con Grau inició a partir de un mail que este le envío en el 2018 extendiéndole una invitación a participar de una S.A. que estaba en ese entonces en plena conformación y que tenía como objetivo la distribución y comercialización del probiótico Kyojin. Al poco tiempo, le llegó un acuerdo para firmar y ser parte de la sociedad, para la cual le fue solicitada una inversión de $360 mil en concepto de compra del 1% de las acciones.

Además contó que el mail le llegó desde un correo del Conicet, lo que, según aseguró, fue una ardid de Grau para generar confianza y demostrar seriedad en el negocio que les estaba proponiendo. En ese entonces, se destinaron recursos en campañas de publicidad y prensa con el objetivo de extender su distribución.

Sin embargo, pese a que finalmente comenzó a venderse en farmacias y dietéticas, las ganancias, en palabras de los socios, nunca llegaron. Además los mismos argumentan que el producto solo tenía permiso para venderse en Santa Fe, a través de la Agencia de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL), aunque se comercializaba en otras provincias y a través de plataformas como Mercado Libre, con envíos a todo el país.

Venta del probiótico Kyojín en Mercado Libre.

Las denuncias a su vez refieren a una exportación que se habría concretado a España y cuya venta les habría sido negada por Grau y por su esposa, Elida Padován (persona que figura como socia mayoritaria de la empresa), a quienes señalan como responsables de haber desviado el dinero por dicha operación. Y sostienen que tanto el científico como otras personas utilizaban el aval de Kyojín S.A. "para cobrar cuantiosos subsidios" del Estado.

Otros implicados

Entre otros puntos, los socios argumentan que “la empresa Kyojin no se maneja como un S.A” al señalar que se cometieron diversas violaciones a las normativas vigentes en la conformación y administración de la misma. También señalan como responsable “del manejo ilegal de la empresa” a los socios: Omar Cruciani (quien figura como presidente de Kyojin S.A), Juan Alberto Guarrochena (quien  figura como director suplente) y al contador Ernesto Ribone, entre otros.

Las denuncias fijan que Kyojin S.A. es en realidad la imagen utilizada para camuflar “el negocio personal de Roberto Grau, Elida Padován y otros”. A su vez, desde el grupo de socios aseguraron a Ecos365 que Omar Cruciani en realidad es un “presta nombre” a pedido de Grau y que Elida figura como socia mayoritaria pese a que no hay ningún acta que deje asentado su designamiento.

“La única acta que figura en el Libro de Directorio contiene un balance falso que figura con pérdida y la misma está sin firmar”, se deja ver en una de las denuncias presentadas y agrega que “no se presentaron registros ni facturas de todas las ventas realizadas desde el 2019 a la fecha”.

Incluso sostienen que se les ocultó información clave sobre la empresa al destacar que Cruciani, en calidad de presidente, no convocó nunca a una asamblea ni dio cuenta del dinero ingresado en razón de subsidios, ventas y demás operaciones. En este sentido, una de las fuentes consideró que se trataba de una clara maniobra para mantener a la sombras las acciones que se venían realizando y que da cuenta de la impunidad con la que operan los implicados.

A través de un descargo, representantes de la firma productora del probiótico se defendieron de las denuncias y señalaron que se trata de socios minoritarios que buscan "intereses personales".

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