El fundador de la aceleradora alemana German Accelerator, Claus Karthe, se mostró “impresionado” por el trabajo público-privado que permitió la creación del fondo SF500 para financiar el desarrollo de startups santafesinas. “Estoy ansioso por poder empezar a trabajar en conjunto”, dijo.

Karthe encabezó la comitiva alemana que este jueves visitó primero la sede de Bioceres en el predio del Conicet de Rosario, y luego la planta de Terragene en Alvear. Inicialmente, funcionarios provinciales dieron cuenta del desarrollo en ciencia y tecnología provincial, describieron el funcionamiento de las startups y del ecosistema emprendedor local, y finalmente Francisco Buchara, managing partner del SF500, detalló los alcances del mismo.

“Es impresionante cómo pudieron colaborar entre lo público y privado para poner en marcha este fondo. Es clave la voluntad que tienen para desarrollar estos spinoff y darle la posibilidad de crecer de manera independiente”, señaló Karthe tras las exposiciones.

Luego aseveró que su aceleradora tiene una gran historia trabajando junto a biotecnológicas a las que asistió para que crezcan en Estados Unidos primero y en Japón después. “Tenemos científicos propios que trabajan en conjunto con estas empresas, y estamos asistiendo a firmas extranjeras para que lleven su tecnología a Alemania”, dijo y añadió: “Podemos empezar a hacerlo con empresas argentinas y espero ansioso ponernos a trabajar al respecto”.

De esta manera, el titular de German Accelerator le dio el visto bueno a las intenciones del Gobierno provincial de avanzar hacia una cooperación más estrecha en economía del conocimiento entre Alemania y Santa Fe, con el fin de acelerar el proceso que las autoridades locales definieron como una “biorevolución”.

“Estamos en el medio de una transformación cultural más grande en la historia de la provincia en el modo en el que armamos la ciencia y los negocios, pensando en todo lo que se viene por delante”, manifestó Buchara en su presentación y explicó que el objetivo es el de conectar a científicos con laboratorios y gente de negocios para crear empresas de base tecnológica, escalarlas y reducir la brecha para que lleguen al mercado.

Concretamente respecto al SF500, comentó que en los primeros 100 días de funcionamiento, recibieron 83 propuestas de startups, preseleccionaron 58 y decidieron avanzar con inversiones con siete que se encuentran en un estadio muy temprano, once más avanzadas y cuatro que ya cuentan con apoyos de laboratorios. Algunas de las compañías elegidas trabajan con probióticos para la piel y la cosmética, materiales de ecocuero, curas a la artrosis y secuenciación genómica del suelo.

El fondo cuenta con recursos por u$s300 millones, pudiendo utilizar u$30 millones por año, y otorgando un máximo de u$s250 mil por proyecto.