Informe clave de AmCham: la guerra comercial de Trump abre una oportunidad única para los negocios en Argentina

Un nuevo informe analiza cómo el arancel del 10% de EE. UU. redefine el comercio y revela el potencial de Argentina en sectores como Oil & Gas, el agro y la tecnología. El documento también advierte sobre los desafíos internos para aprovechar esta chance

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En un tablero global donde las reglas del juego comercial se reescriben a una velocidad vertiginosa, un reciente y detallado informe de AmCham Argentina arroja luz sobre una de las transformaciones más profundas de nuestra era. El documento examina cómo las medidas arancelarias impulsadas por el gobierno de Estados Unidos están redibujando el mapa del comercio internacional y, fundamentalmente, qué significa este nuevo escenario para la economía local.

El análisis de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina parte de un hecho central que sacudió los cimientos del sistema: la Orden Ejecutiva 14257 que estableció un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones estadounidenses. El informe destaca que esta base, un salto significativo desde el promedio del 2,5% anterior, se ve agravada por un complejo esquema de recargos adicionales para más de 60 países. Esta política, según subraya el estudio, marca un regreso a un nivel de proteccionismo que no se observaba desde la Gran Depresión.

Lejos de ser una serie de actos impulsivos, AmCham explica que la estrategia responde a un cambio de paradigma: el reemplazo de los marcos multilaterales, como la OMC, por un enfoque centrado en las negociaciones bilaterales. El objetivo de Washington, como detalla el documento, es forzar a cada socio comercial, uno por uno, a una nueva mesa de negociación para lograr concesiones específicas. Esta visión de "reciprocidad" forzada, tal como lo ha expresado el propio Donald Trump, genera una tensión que se expande sin distinguir entre competidores y aliados históricos, afectando a la Unión Europea y a potencias asiáticas como Japón y Corea del Sur.

El informe pone un énfasis particular en el caso de China, documentando la espiral de represalias que culminó en una frágil tregua arancelaria mientras continúan las negociaciones. Asimismo, el análisis destaca cómo sectores estratégicos a nivel global, como el acero y el aluminio, han sido gravados con un 50% bajo el argumento de "seguridad nacional". La conclusión de AmCham es contundente: las cadenas globales de valor, tal como fueron concebidas durante décadas, están siendo deliberadamente puestas en jaque.

Esta disrupción, advierte el estudio, provoca una inevitable fragmentación de mercados. Los flujos comerciales tradicionales se ven obstruidos, lo que obliga a las empresas multinacionales a buscar con urgencia nuevos cauces y proveedores alternativos que ofrezcan seguridad y previsibilidad. Es precisamente en esta encrucijada, señala el informe, donde surgen dos conceptos que se vuelven centrales para el futuro: nearshoring y friendshoring. La búsqueda de socios comerciales más cercanos geográficamente o alineados estratégicamente abre una ventana de oportunidad única para países con capacidad de respuesta.

Aquí es donde el análisis de AmCham se torna crucial para Argentina. El informe identifica al país como un potencial beneficiario de esta reconfiguración global, posicionándolo como un candidato ideal para convertirse en ese proveedor confiable que los mercados internacionales demandan. La competitividad relativa en sectores clave, combinada con las ventajas naturales, podría permitirle a Argentina captar nuevos flujos de comercio e inversión desviados desde economías afectadas por los aranceles.

Apoyándose en datos de la consultora Abeceb, el documento de AmCham cuantifica este potencial en cifras que invitan a la reflexión: más de 128.000 millones de dólares en exportaciones para 2033. El estudio detalla las cuatro locomotoras que podrían impulsar este salto: la Agroindustria, potenciada por la innovación en AgTech y FoodTech; el sector de Oil & Gas, con Vaca Muerta como un activo de clase mundial; la Minería, con sus enormes reservas de litio y cobre; y la Transformación Digital, un sector que ya exporta talento y servicios de alto valor agregado.

Sin embargo, el informe de la cámara es enfático al advertir que la oportunidad no se materializará por sí sola. El documento dedica una parte sustancial de su análisis a los obstáculos internos que deben ser removidos. Se identifican como barreras críticas la falta de estabilidad macroeconómica, la elevada presión tributaria, la endémica inestabilidad regulatoria que frustra la inversión a largo plazo, una infraestructura deficiente que eleva los costos logísticos y un sistema laboral que requiere modernización.

Finalmente, el estudio de AmCham concluye que para transformar el potencial en desarrollo sostenido, es imperativo construir un entorno competitivo basado en reglas claras y seguridad jurídica. La negociación de acuerdos bilaterales inteligentes y una agenda de reformas estructurales no son, según el informe, objetivos complementarios, sino la condición habilitante para que Argentina pueda, efectivamente, asumir un rol protagónico en este nuevo y desafiante orden económico mundial.

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