El sistema de ingreso a la cárcel de Piñero de las visitas será sorpresivo e irá cambiando a partir de este fin de semana. La decisión fue tomada por el gobierno provincial a raíz de los disturbios ocurridos el domingo pasado en el acceso al penal que se enmarcan en un supuesto comercio de los tickets que permiten entrar a familiares y amigos a ver a los presos. La iniciativa apunta a desalentar esta práctica ilegal que estaría aún en vigencia y de la que despegaron al Servicio Penitenciario.

Pablo Cococcioni, secretario de Coordinación de Gabinete y Articulación con el Poder Judicial del Ministerio de Seguridad, anunció en diálogo con A Diario (Radio 2): “La modalidad de ingreso se va a alterar sin previo aviso hasta que esta actividad se vea erradicada”, sostuvo. “Hay que desalentar esto de ver en la necesidad de los demás un negocio”, observó.

Consultado acerca de la golpiza que le dieron a una mujer el domingo pasado mientras las visitas esperaban por entrar al penal y cuyo video fue publicado por Rosario3, el funcionario advirtió: “Hubo una primera etapa de investigación que se llevó adelante junto al Ministerio de Seguridad y dio como resultado la detención de 6 personas” y consideró que la paliza brutal es “un coletazo”. “Es un tema en el que venimos interviniendo. Esto puso en el tapete el tema. Nosotros no vamos a aceptar esta actividad ilícita en las inmediaciones del penal y vamos a desarticular esta organización”, manifestó.

La venta de tickets de ingreso de las visitas fue detectada hace unos meses al tiempo que se entendió que “por ahora” no había participación del personal penitenciario. En ese sentido, aseguró que se dispuso “un cambio de sistema, que no se dieran números, que se ingresara por orden de llegada y se viene cumpliendo así pero esta organización de personas coacciona a las visitas antes y cuando las personas llegan a hacer la cola el amedrentamiento ya se produjo”, precisó en relación a cómo opera este grupo.

Coccocioni resaltó que la acción ilícita tiene lugar afuera del penal pero por conformarse en las inmediaciones de la cárcel, se optó por tomar cartas en el asunto. Para el funcionario, “al desbaratarse una banda se produjo un vacío de poder que generó que otro grupo quiera tomar la posta y continuar con esta actividad ilícita”.