Un allanamiento encabezado por el fiscal Adrián Spelta se desplegó este lunes a la noche en la zona oeste de ciudad en búsqueda del automóvil Honda Civic negro que habría sido utilizado en la balacera que el domingo por la madrugada terminó con la vida de Máximo, el niño de 11 años asesinado en Empalme Graneros. Una mujer de 50 años y sus hijos de 22 y 30 quedaron detenidos por la investigación, donde no están sospechados de ser los autores.

El operativo se llevó a cabo con personal de la Unidad Regional II y la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, quienes arrestaron a los tres sospechosos y secuestraron el auto, tres celulares, 9.920 pesos y bochitas de cocaína.

Por el momento, los investigadores policiales señalaron que aún no fueron identificados los autores de los disparos. Y agregaron que los sospechosos que cayeron en barrio Godoy este lunes podrían servir para avanzar en la causa que, según el fiscal Spelta, tiene como principal hipótesis la de una pelea entre dos bandas narco que se disputan a tiros la venta de droga en la zona noroeste.

De acuerdo a una de las líneas investigativas que cobró fuerza en las últimas horas, los disparos efectuados el domingo por la madrugada estaban dirigidos a un búnker de la presunta organización “Los Salteños” que dirige desde prisión Cristian Carlos Villazón, un recluso que está condenado desde septiembre pasado a la pena de 15 años de cárcel como coautor de un triple crimen de una familia en Empalme Graneros.