Del ataque a Roccuzzo y Messi a los comercios de barrio; nadie parece estar a salvo de las balaceras

El atentado contra la sucursal del supermercado puso en boca del mundo un fenómeno que duele en Rosario y cada vez tiene más víctimas

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Rosario fue noticia a nivel mundial. Lamentablemente. La balacera contra el supermercado propiedad de la familia Roccuzzo y el mensaje amenazante dirigido a Lionel Messi la puso en boca de todos. La política también tomó nota de este hecho y generó una catarata de repercusiones y el desfile en la ciudad de varios de los interesados a asumir la presidencia del país. 

Pero si bien el eco fue muy superior al de otros casos, este ataque no fue el único de estas características. Incluso esa misma noche. Desde hace algunos años fueron múltiples los rubros de la economía local e incluso entidades públicas que se vieron afectados por atentados de este tipo. Desde comercios de barrio hasta reconocidos restaurantes en las arterias principales de la ciudad. Nadie parece estar a salvo. Aquí algunos casos.

Antes de iniciar el repaso es importante resaltar que en el mismo no se incluye la enorme cantidad de domicilios particulares que se han visto atacados con una modalidad similar. Un fenómeno igual de grave y que necesita de la misma atención del Estado. 

 

Comercios de barrio

 

Una catarata de ataques a comercios en el barrio 7 de septiembre tuvo lugar en octubre pasado. Las viviendas también fueron blanco de esta seguidilla y alcanzaron a una persona que recibió tres tiros. Un taller de motos, un taller de calzados, una gomería y el portón de una cochera, todos ubicados en Colombres al 1100, fueron afectados.

 
 

Un maxikiosco y una tienda de ropa fueron blanco de un ataque en la zona de Rouillón y Seguí, en barrio Triángulo. La balacera alcanzó a dos adolescentes que estaban en la vereda junto a su madre y un grupo de personas.

Un almacén de barrio Ludueña, ubicado en Solís al 200 bis, fue epicentro de un ataque a balazos en enero. Allí se contabilizaron ocho impactos de bala, entre el negocio, viviendas aledañas y la vía pública. Afortunadamente no hubo heridos.

 
 

Estos ataques se dieron de manera inesperada o se produjo luego de una serie de amenazas. Por tal motivo algunos comerciantes terminan cediendo producto de la desesperación y la falta de respuestas de los organismos de seguridad. “Fue porque teníamos miedo. Nos paralizó. Me tocó negociar, le dije que no tenía efectivo. Así que deposité en un CBU. Lo tiene Fiscalía en la denuncia”, dijo una de las víctimas. 

“Nosotros no estamos acostumbrados a negociar con delincuentes. Uno en el momento trata de salir de la situación como puede por la seguridad de la familia”, aseguró otra de las víctimas. "No hay derecho que venga un delincuente a decirme «yo soy el dueño de la zona, y vos me tenés que pagar tanto o te vas». Yo estoy dispuesto a dar la vida por mi familia. Rosario es tierra de nadie", agregó.

Y otros optan por cerrar. Tal es el caso de una carnicería de Seguí y Lavalle que después de 12 años de trabajo tuvo que cerrar sus puertas luego de dos ataques y por temor a un tercero. “Nos piden 100 mil pesos por mes y nos vamos, gracias intendente y gobernador”, afirmó su dueño.

 
 

U otras dos carnicerías de barrio Ludueña, que cerraron sus puertas después de haber sido baleadas por delincuentes que les exigían el pago de 60 mil dólares, primero, y luego 25 mil de la moneda estadounidense. “Nos amenazaron personalmente y la siguieron vía telefónica. No queríamos correr el riesgo de que nos maten a un cliente”, indicó su propietario y añadió otro de los mensajes recibidos: “Ojo el plomo, queremos 25 mil dólares”.

 

 

Gastronomía

 

El caso de la parrillada El Establo es uno de los más emblemáticos. El ocupante de una moto roja se subió a la vereda del local y efectuó cuatro disparos contra la fachada, en pleno momento de actividad. Un mozo sufrió una herida de bala en la espalda y fue trasladado al HECA. Esa misma noche también fue atacado un local de Jorgito Juniors

 
 

Este hecho ocurrió en noviembre de 2021. Pero en enero de 2023 el local gastronómico fue amenazado con dos llamados en el cual le exigían 400 mil pesos para no ser baleado nuevamente.

También dos bares de Pichincha fueron atacados en abril de 2019. Varios disparos de arma de fuego fueron realizados desde un auto contra el frente de un bar ubicado en Ricchieri y Güemes. El local permanecía cerrado por reformas, por lo que no hubo heridos. Pero unos días después fue atacado otro local comercial del rubro, a solo una cuadra de distancia. A diferencia del otro caso había personas en el local y una de las mozas debió arrojarse al piso. Tampoco hubo lesionados.

 
 

Por otra parte, en mayo del año pasado, un importante número de locales gastronómicos recibió llamados intimidatorios. Ocurrió en locales de Pellegrini, Pichincha, Echesortu y Fisherton. En todos los casos solicitaban hablar con el dueño del local, a quien luego le advertían "tienen que pagar, sino vamos a tirar". Después de esto cortaban sin exigir una suma o forma de pagar la extorsión.

 

Espectáculos

 

El depósito del Centro Cultural Güemes, de Ovidio Lagos y Güemes, fue atacado a balazos en diciembre último. Allí los atacantes dejaron además una nota contra un portón que decía “Dejen de verduguear a la familia de los presos de Piñero. L.M.”. La balacera se registró en el inicio de la noche del sábado de un fin de semana largo con masiva concurrencia a los bares y locales de esa zona de Rosario, cuando además había eventos programados para el centro cultural atacado.

 

Concesionarias

 

Varias balaceras tuvieron como destinatarias locales de venta de automóviles, en 2022. Por citar solo alguno de ellos un comercio de Seguí al 3400; otro de Eva Perón y Garzón; en repetidas ocasiones uno de Uriburu al 400, al igual que otro de Oroño al 5500. Este último decidió cerrar luego de ataques y amenazas.

 

 

Salud

 

Una vigiladora había sido alcanzada por disparos en un ataque a tiros al ingreso del Hospital Centenario. Los agresores fueron dos personas que circulaban en un auto marca Volkswagen Gol Trend de color negro pero que llegaron hasta la puerta del edificio a pie. El hecho ocurrió en julio pasado.

 

 

Algunos meses después fue atacado el frente del Hospital Privado de Rosario. Si bien el método de ataque no fue a los tiros, sí incluyó un ladrillazo y una amenaza dirigida al presidente de Newell's. “Dr Astore no traicione te matamos balas”, fue la leyenda pintada en una de las paredes del sanatorio.

 
Balacera Hospital Privado
Foto: Alan Monzón/Rosario3

 

Medios de Comunicación

 

El predio de Grupo Televisión Litoral fue atacado en tres oportunidades, en tres meses. El primer hecho se dio el 12 de diciembre, cuando el agresor con casco de moto se bajó de un auto, dejó una nota en la puerta del canal y realizó un disparo. “Esteban Alvarado, Morocho Mansilla, Alan y Lamparita Funes, dejen de trabajar con los fiscales y AIC (Agencia de Investigación Criminal) porque vamos a matar a un policía todos los días, dejen de batir la cana y dejen de confinar a los pibes en pabellones chicos, dejalos subir a los pabellones, con la mafia no se jode”, decía el texto.

Dos semanas después pasó por el frente un Fiat Palio con varios ocupantes. Desde allí se lanzó una docena de disparos que impactaron en la garita de seguridad, postes y la planta alta de la empresa. Justo en ese momento salían periodistas, camarógrafos y técnicos tras finalizar la emisión de Telenoche Rosario.

 
 

El tercero de los ataques se dio a comienzos de febrero, cuando lanzaron una bomba de estruendo desde un auto frente al multimedio y se dieron a la fuga. El explosivo fue arrojado frente a la playa de estacionamiento donde los trabajadores dejan sus vehículos.

 
 

Telefe Rosario tampoco estuvo al margen de esta seguidilla. El frente del canal fue utilizado para dejar una amenaza a todos los medios de la ciudad. “A todos los medios de Rosario. Dejen ensuciar y condenar a los pibes con la lengua que vamos a matar periodistas. Con la mafia no se jode. Si no, caravana con el noba", esgrimieron.

 

Estaciones de Servicio

 

Seis estaciones de servicio fueron atacadas en noviembre de 2021. A raíz de esta serie de ataques los estacioneros habían decidido el cierre nocturno de sus locales, aunque luego la medida quedó desafectada por la promesa del Ministerio de Seguridad de reforzar los controles.

 
Ataque YPF
Foto: Alan Monzón/Rosario3

 

Bancos

 

Un atacante abrió fuego contra el frente de una sucursal del Banco de Santa Fe, en Ayacucho al 5500. El hecho ocurrió en febrero, donde al menos se dispararon siete tiros y dos dieron contra el blíndex de los cajeros automáticos. Allí había tres personas. Dejaron una nota con referencias a bandas narco, por conflictos ajenos a la entidad bancaria

 

Financieras

 

Un local de Crédito Argentino y un otro de ropa que está enfrente fueron atacados en noviembre de 2021. El hecho había ocurrido en San Martín al 5300, donde seis disparos fueron efectuados contra la financiera y otros contra el comercio de indumentaria.

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