A un año de la muerte de Candelaria Enrique, la niña de cinco años que fue alcanzada por una bala perdida en Iriondo al 3900, todavía se desconoce quién festejó la Navidad a los tiros y provocó semejante tragedia.

La familia de Candelaria no descansa en su lucha contra la impunidad y para estas Fiestas reiteró su pedido de festejar con conciencia. Sin embargo, la costumbre de efectuar disparos al aire a la medianoche sigue arraigada. A la madrugada se registró el ingreso de una mujer herida en un hospital de la zona sur con una herida en la mama derecha producto de un proyectil perdido.

El caso de Candelaria se convirtió en un hito para concientizar sobre los festejos a los tiros. Mientras la familia espera alguna pista sobre el responsable de jalar el gatillo esa madrugada de domingo hace un año, el rostro de Candelaria sigue presente en el barrio, en varios postes de luz y en jornadas solidarias.

La investigación del caso, de difícil resolución, parece haber llegado a un callejón sin salida. La familia apela a la solidaridad de quien pueda tener una mínima información sobre el autor del disparo. Tiempo atrás hubo allanamientos, el peritaje de un arma y otras medidas que dieron resultado negativo.

“Necesitamos que el Estado, de manera urgente, concientice y sensibilice para evitar que se utilicen armas de fuego en festejos”, pidieron este domingo desde Familiares y Víctimas de la Inseguridad en Rosario.

Los festejos con disparos al aire no parecen cesar en las fiestas de fin de año. A la 1 de la madrugada de este lunes una mujer ingresó herida al Hospital Roque Saénz Peña con un disparo en la mama derecha. Por fortuna, sólo se trató de un roce y la herida no trajo complicaciones.