El centro de Jubilados “Vida” de barrio Triángulo amaneció con destrozos en su interior: puertas derribadas, cajones tirados y armarios con sus cerraduras violentadas. Si bien primero pensaron que se trataba de un hecho de inseguridad, después notaron que no se habían llevado nada de valor y sospechan que el lugar quedó afectado por un allanamiento que se produjo en un club lindero durante la madrugada.

“Pensamos que había sido un robo. A la madrugada nos avisaron desde la alarma que se había activado en varios lugares y les pedí que por favor mandaran un móvil, que vino y dijo que no habían visto nada, que las puertas del frente estaban cerradas y al igual que las ventanas”, relató Mirta en De 12 a 14 (El Tres).

Cuando llegaron este jueves por la mañana, efectivamente el frente estaba cerrado, pero adentro el lugar estaba dado vuelta. Después de llamar al 911, detectaron que los supuestos ladrones habían entrado por una puerta trasera que conecta desde el centro de manzana con el club Triángulo, pero que desde hace mucho tiempo estaba sellada con cemento para cortar con esa conexión.

Los destrozos en el interior del centro de jubilados

“No entendíamos nada porque encontramos todo abierto, puertas destrozadas, muebles rotos, cortaron candados. Pero veíamos que las cosas estaban: televisor, computadora, un equipo de música. No se habían llevado nada”, agregó la mujer.

Hablando con vecinos, se enteraron que durante la madrugada hubo un allanamiento en el club Triángulo. Según pudo saber el móvil de El Tres, Gendarmería estaba buscando a dos personas y requisaron dentro de la institución deportiva. Al parecer, al toparse con la puerta inhabilitada que conecta con el centro de jubilados, pensaron que los sospechosos podían esconderse ahí y la arrancaron para poder pasar.

Son dos instituciones distintas que no tenemos comunicación para pasar de un lado al otro. Nosotros cuidamos tanto el frente para que no entren, todo nos cuesta tanto, hasta pagar el costo mensual de la alarma y entraron por atrás”, lamentó la referente del espacio de jubilados.

En medio de la angustia por la situación que les toca atravesar, Mirta contó que llamaron al 911 y durante la mañana estuvo personal policial y de la PDI relevando los daños. “Les dije lo del allanamiento y me dijeron que ellos iban a averiguar si había algo oficial sobre allanamientos en esta zona y que cuando vayamos a la comisaría nos decían”.

“Nosotros ahora nos tenemos que asesorar, porque ¿con qué vamos a hacer frente a todo esto? lo sostenemos con la cuota de los socios. Estamos juntando pesito a pesito para todo, hace un tiempo nos robaron los caños del agua, después se llevaron el medidor de la luz, no tenemos que terminar de pagar una cosa que aparece otra y esto último es un gasto que no tenemos para cubrir porque estamos al día”, agregó.

Vamos a precisar ayuda, pero a los jubilados no les podemos pedir más, estamos todos en una situación muy difícil”, remarcó angustiada.