Para sustentar la acusación por asociación ilícita contra la banda de Los Menores, que continuó este miércoles en el Centro de Justicia Penal con una decena de imputados, los fiscales Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra enumeraron una serie de homicidios enmarcados en una disputa territorial que tuvo sus inicios en 2020 en el barrio 7 de Septiembre, el territorio de referencia de la organización delictiva.
En ese sector del noroeste y algunos barrios linderos, el cabecilla prófugo Matías Gazzani –por quien hay dos millonarias recompensas– comenzó a intentar copar el territorio y a desplazar a sus competidores en el negocio de la droga: una facción de la familia Caminos (parientes del fallecido barra leproso Roberto “Pimpi” Caminos) junto con los sicarios a la orden de Brian Emanuel “Negro” Villalba, un preso de la cárcel de Piñero que se había asociado con el narco peruano Julio Andrés Rodríguez Granthon, entre otros antagonistas.
Entre 2020 y 2024, los fiscales contabilizaron a grandes rasgos nada menos que 29 homicidios, ya sea con víctimas o victimarios vinculados a la organización de Gazzani, incluso muertes de familiares de integrantes de la banda ajenos al mundo criminal. El número, indicaron, sería mayor.
Uno de los episodios más crueles de ese recuento fue la masacre de Marcos Caminos, su esposa, Micaela Bravo, y su bebé de un año, Ciro, en abril de 2022. La familia fue acribillada a sangre fría en Colombia al 1300 bis, cuando llegaba a su vivienda, por integrantes de Los Menores a pedido del líder Gazzani, según menciona la acusación.
Gazzani y Marcos Caminos mantenían una disputa desde mediados de 2020 y se habían amenazado en más de una ocasión, según consta en celulares peritados de esa época.
“El objetivo de estas amenazas era que los hermanos Marcos y Gabriel «Gurí» Caminos vendieran droga para Gazzani y «paguen por la zona». Finalmente dicho conflicto finalizó con el triple crimen mencionado”, dijeron los fiscales en la audiencia.
Uno de los imputados de mayor renombre, pese a tener sólo 20 años, es un joven señalado como “jefe de sicarios” de Gazzani, Ezequiel Dilascio, detenido desde abril de 2024 por homicidio, además de estar vinculado con la barra brava de Central.
El padre del sicario, Marcos “General” o “Enano” Dilascio, sería uno de los referentes a cargo de la pesada canaya tras la detención de Lautaro “Laucha” Ghiselli, el barra considerado “organizador” de la banda de Gazzani desde 2025. Aunque el entorno de Laucha niega tajantemente la atribución y ofrece otra versión: “Él asumió el liderazgo de la hinchada justamente por ser una persona ajena al mundo del narcotráfico y el delito. Incluso, los referentes de distintos barrios estaban cansados de la violencia que reinaba en la hinchada y lo eligieron para pacificar el paravalanchas”.
Sobre Ezequiel Dilascio, los fiscales indicaron que “fue la persona que Gazzani dejó a cargo del reclutamiento y organización de la banda de Los Menores cuando él se fue a Buenos Aires, llevando a cabo este cometido desde al menos octubre de 2022 hasta el momento de su detención en abril de 2024. Sin perjuicio de esto, siguió cometiendo hechos violentos desde la cárcel y manteniendo comunicación con el jefe de la asociación ilícita”.
En los testimonios ventilados por los fiscales, un entrevistado refirió que el mote de “Los Menores” surgió a partir de que Ezequiel Dilascio se hacía llamar “el Menor” en el barrio 7 de Septiembre.
“Se llaman así porque en 2022 Ezequiel empezó a juntarlos y eran todos pibitos de 14 o 15 años”, dijo un declarante bajo reserva de identidad citado por Schiappa Pietra.
El nombre de Dilascio surgió no solo en investigaciones de crímenes ligados a disputas por el control de la venta de drogas, sino también en casos de vendettas o conflictos personales. Así, los fiscales poseen indicios de que Dilascio estaría involucrado en el crimen de un joven llamado Bruno Joel Grosso, emboscado y acribillado en la noche del 24 de agosto de 2023 en Colombia al 400 bis, en barrio Larrea.
Un testigo refirió que Grosso había tenido un encontronazo con Dilascio y sus laderos en un boliche llamado El Gauchito –ubicado en el oeste de la ciudad– unos días antes de que lo mataran: “Le dijeron que había balas para él”.
Según esta versión, el propio Dilascio y Los Menores se jactaron de haber cometido el homicidio mientras charlaban en una barbería de barrio 7 de Septiembre, un punto habitual de reunión que regenteaba un joven llamado Álvaro Pérez, prófugo como presunto miembro de la banda.
También entre la veintena de casos se cuenta el homicidio de Ángel Acuña, un joven de 20 años acribillado en su casa de José Ingenieros al 8600 el 13 de septiembre de 2023. Testigos refirieron que el muchacho sufría hostigamiento de integrantes del grupo delictivo, hasta que una tarde golpeó a uno de ellos –el menor gatillero identificado como Miqueas P.–, lo que bastó para que lo mataran.
El espiral de violencia relacionado con la banda alcanzó a familiares de los propios integrantes. Entre ellos, el homicidio de Lorena Itatí Vega, madre de Álvaro Pérez, acribillada en noviembre de 2023 en Juan B. Justo al 8600. “Fueron a cazarme a mí y la ligó mi mamá. Esta no se la llevan de arriba”, había posteado entonces el joven.
Uno de los homicidas de la mujer, Fernando “Nando” Lastra, se encuentra detenido. El otro zafó de la cárcel por su edad –tenía 14 años al momento del crimen–, pero no logró sortear la venganza. Se llamaba Brayton Villa y en mayo de 2024 lo engañaron y lo fusilaron en Guatemala al 2300.
El árbitro de fútbol amateur Pedro Domingo “Negro” Monzón fue otro de los familiares alcanzados por la violencia. Era padrastro del imputado Germán Hermosín y lo acribillaron en el patio delantero de su casa de Pasaje Nazca al 8600 en junio de 2022. Según se barajó, los autores podrían estar vinculados a los enemigos de Los Menores, la banda del recluso Brian Emanuel “Negro” Villalba, quien parece haber llevado las de perder en la contienda tras quedar incomunicado, según uno de los tantos testigos citados.



