Kyojin: desmienten acusaciones contra científico del Conicet

A través de un descargo, representantes de la firma productora del probiótico se defendieron de las denuncias y señalaron que se trata de socios minoritarios que buscan "intereses personales"

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Según personas involucradas en la empresa Kyojin S.A. los rumores instaurados por una minoría accionaria respecto a supuesta administración fraudulenta y estafa, forman parte de un “apriete” por parte de dichos socios en busca de beneficios personales y en contra de los intereses de la sociedad.

En este sentido, aclararon que dicha situación desembocaría en las acciones legales pertinentes en las cuales los representantes legales de la firma ya se encuentran trabajando.

Vale destacar que unos días atrás, tal como informó Ecos365, un grupo de socios denunció a miembros de la empresa por administración fraudulenta y estafa, apuntando principalmente contra el biotecnólogo y reconocido científico del Conicet, Roberto Grau.

Entre otros puntos, le adjudican haberlos engañado para invertir dinero en la compra de acciones de la sociedad y dedicarse a comercializar el probiótico Kyojin (principal producto de la firma) sin haber realizado el convenio de transferencia de Know How con la Universidad Nacional de Rosario, para el uso de la bacteria Probiótica de Bacillus Subtilis Cepa DG101. 

La defensa

La empresa indica que una minoría de sus accionistas, que actualmente no llegaría a representar el 6% de su capital social, se encuentran efectuando una serie de maniobras que provocan serios daños, tanto a la empresa Kyojin S.A. como en forma personal al Dr. Grau, quien, según sostienen, colaboró activamente con la firma en el estudio y desarrollo de productos a partir de bacterias beneficiosas del género Bacillus.

Por su parte, Kyojin S.A puso a disposición copia de su estatuto, el cual se encuentra inscripto en el Registro Público de Comercio de Rosario, de acceso al público, donde se observa que la totalidad de la composición accionaria los socios en cuestión: Ariel Williams Hid Ahmed, Marta Susana Tumini, Franco Ziraldo Tumini, Bernardo Enrique Bosser y M. G. D., asciende al 5,83%

Afirman que las denuncias realizadas, son una maniobra más dentro de una serie de acciones tendientes a obtener una importante suma de dinero en dólares para “irse” de la empresa.

A su vez, indican que a raíz de los hechos, Kyojin S.A. debió realizar una denuncia penal por la retención indebida de sus libros sociales, por parte de uno de los mencionados socios minoritarios, quien, según afirman, los reintegró luego de que el Director de la Sociedad, el Sr. Omar Cruciani, quien se encontraba aislado por ser persona de riesgo en el contexto de la pandemia Covid, debiera trasladarse personalmente al domicilio del primero para hacerse de los mismos.

Convenio de transferencia

En las denuncias radicadas en la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción de la ciudad de Rosario por el grupo de socios en cuestión, se argumentaba que Kyojin S.A. nunca había firmado con la Universidad Nacional de Rosario (UNR), un documento en razón de la transferencia de “know how” para el uso de la bacteria Probiótica de Bacillus Subtilis Cepa DG101.

Desde la empresa se defendieron sosteniendo que siempre existió un lazo de colaboración entre investigadores de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR (FCByT), entre ellos el Dr. Grau, la UNR, y Kyojin S.A.

De acuerdo a lo señalado, a partir de su colaboración con terceros interesados en la formación de la empresa, el científico Grau buscó que se transformen tales conocimientos, en sus orígenes de carácter científico básico e intangible, en productos tangibles y disponibles para el mercado consumidor (en particular alimentos probióticos para humanos)".

También señalan que, al comienzo de sus operaciones, junto a la oficina de vinculación tecnológica de la UNR, y a través de la intervención del Dr. Grau, se comenzó a trabajar en la elaboración de un convenio entre la universidad y la empresa. Esto, con el objetivo de que la primera pudiese obtener regalías sobre la comercialización del probiótico, el cual, según señalan, fue suscripto por el Rector de la UNR a principios de noviembre de este año. Sin embargo desde la UNR indicaron que sólo hay un expediente iniciado al respecto, mientras que el Conicet inició una investigación a nivel nacional.

Y sostuvieron que la misma no necesitaba de la firma de dicho convenio para comercializar el producto. De hecho durante el año 2021, detallan que la UNR, con el Dr. Grau como Investigador Responsable, obtuvo importantes subsidios para Kyojin S.A. a los efectos de poder seguir produciendo a gran escala el producto, a través del Programa de Apoyo a la Competitividad, con cuyos fondos se abonó el 50% de un Fermentador Biorreactor de 100 litros. 

Situación con ASSAL

En las denuncias presentadas figura que la empresa habría incumplido con otras faltas graves a la hora de comercializar el probiótico. Entre ellas, los socios señalan que, pese a que se comercializaba en todo el país, el producto solo tenía permiso para venderse en Santa Fe, a través de la Agencia de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL).

Por su parte, desde la firma argumentaron que el probiótico producido por la misma Kyojin S.A. comenzó a comercializarse en octubre de 2019 con las debidas habilitaciones por parte de las autoridades regulatorias de alimentos (Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria, ASSAL). Estas, según la empresa, habían sido gestionadas y obtenidas con anterioridad (obtención de Registro Nacional de Producto Alimenticio, RNPA).

Siguiendo esta línea, aclararon que "no es cierto que el producto pueda venderse solo en Santa Fe" ya que el permiso otorgado por la ASSAL tiene validez a nivel nacional y se encuentra vigente, "tal como puede verificarse a través de su página web", siendo el RNPA 21-115136 (que figura en todos los envases del mismo), una muestra acabada de la "mala fe" con la cual obraron los socios denunciantes.

Exportación a España

Las denuncias a su vez refieren a una exportación que se habría concretado a España y cuya venta les habría sido negada por Grau y por su esposa, Elida Padován (persona que figura como socia mayoritaria de la empresa), a quienes señalaron como responsables de haber desviado el dinero por dicha operación.

Desde la empresa afirman que los planes de expansión incluían, para el 2022, poder abrir nuevos mercados internacionales, habiéndose realizado una primera exportación a España en el año 2020.

Sostienen que lo que exhibe la denuncia sobre que dicha operación fue negada y desviada es falso, ya que de la propia documental exhibida por la empresa a este medio, surge su efectiva facturación en el mes de agosto de 2020 y completados los trámites para su exportación.

Además, señalan que los fondos provenientes de dicha operación ingresaron a las arcas de la empresa, mediante los mecanismos de liquidación de divisas de comercio exterior por las autoridades bancarias correspondientes. 

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