Mariana Ortigala, una mujer que cobró notoriedad pública en las crónicas policiales del último lustro, fue detenida en el marco de una redada de allanamientos por una causa de extorsiones a sucursales de una agencia de loterías. Su nombre quedó ligado a los intereses de Ariel Máximo “Guille” Cantero, cabecilla de Los Monos. A la par, trascendió que esta corredora inmobiliaria tenía pendiente una declaración indagatoria en la Justicia Federal por un expediente donde se la acusa de alquilarle un departamento a un vendedor de drogas, también ligado a Los Monos, en el macrocentro rosarino. Para los investigadores, Ortigala se dedicó a conseguir inmuebles para personas ligadas al narcotráfico “en pro de asegurarles anonimato”.

Ortigala había tenido exposición mediática en 2018 porque un grupo de personas la señaló, junto con su hermana y otra mujer, por una serie de estafas inmobiliarias en Funes, Roldán y Rosario. Fue denunciada por ofrecer alojamientos truchos en portales como OLX y se habló de un escándalo con 300 damnificados.  

Pero fue la caída del capo mafioso rosarino Esteban Lindor Alvarado, en febrero de 2019, el hecho que volvió a poner a Ortigala sobre el tapete. Junto con su hermano Rodrigo, la mujer se transformó en una de las testigos estrella del debate oral que terminó con Alvarado, condenado a perpetua por un polirrubro de delitos en la Justicia provincial.

Los Ortigala habían sido cercanos a Alvarado, pero en 2012 tuvieron desavenencias que agriaron la relación. En marzo de 2020, sicarios buscaron acallar para siempre a Ortigala, que sobrevivió un ataque en la puerta de su casa de Roldán. Fueron 35 balazos. Este caso que la tiene como víctima se encamina a juicio.

“Ortigala se pasó a la banda de Cantero para permanecer con vida”, se escuchó en boca del fiscal Edery en ocasión del juicio que tuvo en el banquillo a dos hombres vinculados a Los Monos, por el asesinato de Rodrigo Sánchez, un hombre considerado “mano derecha” de Alvarado.

En el juicio por el asesinato de Rodrigo Sánchez, considerado "mano derecha" de Alvarado, el fiscal Matías Edery inició su alegato explicando que se trataba de un capítulo más de la disputa entre Los Monos y Alvarado, y que para entenderlo habría que remontarse a otros casos, principalmente el atentado que sufrió Ortigala, que terminó declarando en contra Alvarado y se pasó a la banda de Cantero para permanecer con vida.

Inquilinos comprometedores

 

Ortigala está en la mira de la Fiscalía Federal Nº 2, a cargo del Claudio Kishimoto y el auxiliar Franco Benetti, que en agosto de 2021 solicitaron un allanamiento en un inmueble de Francia al 855 por una causa de venta de drogas. Quien alquilaba ese departamento era Ortigala, que al parecer se lo había subalquilado –sin autorización de la propietaria– al investigado Alan Gabriel Coronel, quien ya contaba con antecedentes por narcotráfico, puesto que había sido condenado en la causa federal Los Patrones, que tuvo en el banquillo a Guille Cantero.

“La maniobra de Ortigala no es aislada”, señalaron a Rosario3 fuentes judiciales. “Sabía a qué se dedicaba Coronel y por esa razón lo auxilió”, confiaron los investigadores. La Fiscalía solicitó que Ortigala sea sometida a declaración indagatoria.

El nombre de Ortigala ya había rozado otros dos expedientes por narcotráfico en su rol de operadora inmobiliaria. A la luz de los hechos, para los investigadores se trata de un accionar “metódico”: “Consigue inmuebles para personas ligadas al narcotráfico en pro de asegurarles anonimato”.

En febrero de 2017, personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó un departamento de Montevideo al 3700 y un domicilio de Marcos Paz al 6100 en el marco de una redada contra el llamado clan Insaurralde que arrojó unos cien kilos de cocaína secuestrados. Por esos días, la propia Ortigala, que administraba esas propiedades, se presentó ante la Justicia para deslindar su responsabilidad y aseguró ser sólo una “intermediaria”.

Una situación análoga se dio en noviembre de 2019 cuando fuerzas federales allanaron un domicilio de Castellanos al 900, cuya tenencia estaba asignada, por contrato, a Iván Gastón “Loro” Ramírez. En la vivienda, secuestraron más de 8 kilos de cocaína, más de 2 millones de pesos y 110 mil dólares.

Personal de la Policía Federal Argentina (PFA) constató que, en rigor, en ese domicilio de barrio Echesortu residía Rodolfo Héctor “Eri” Masini, considerado –y luego condenado– como un importante proveedor de cocaína en la región. Tanto Masini como Loro Ramírez fueron condenados a 11 y 8 años y seis meses, respectivamente, en una causa en la que también fue penado el piloto comercial Julio Andrés “Peruano” Rodríguez Granthon, señalado por investigadores de ambos fueros penales como un jugador de peso en el hampa local.

Este lunes Ortigala fue detenida en un caserón de Funes Town donde personal de la Agencia de Control Policial (ACP) incautó dos armas, dos autos, celulares y una moto.

Según confirmaron desde el Ministerio Público de la Acusación a Rosario3, Ortigala será imputada el lunes próximo por estar presuntamente involucrada en una trama de aprietes, atentados y extorsiones al titular de una agencia de loterías.

En la redada, también cayeron Felipe Rodolfo Sebastián, esposo de Ortigala, un hombre identificado como Gonzalo S., Daiana Micaela “La Diabla” Leguizamón, ligada un clan narco, y Lorena Córdoba, viuda del zar del juego clandestino y jugador de póker profesional rafaelino David Perona, fallecido a fines de 2020.

También –según confirmaron fuentes judiciales– serán imputados en el marco de la investigación "Guille" Cantero, Brian Díaz –hermano de Maximiliano "Cachete" Díaz–, Vladimir Navarro y Kevin Moreno. Todos actualmente en prisión.