La saga de balaceras que arreció recientemente en el Fonavi de Parque Oeste puso sobre el tapete, otra vez, al clan Tripi, cuyo integrante más conocido, Iván, fue sentenciado en mayo de este año a siete años de prisión por comercio de drogas, junto a ocho personas.

En ese expediente, que se conoció con una redada de 28 allanamientos en junio de 2020, también fue condenado Nicolás Acedo, que el viernes último fue herido de muerte en medio de una lluvia de balas que alcanzó también a Melina, familiar directo del cabecilla Iván.

Desde mediados de julio, en el rectángulo de Rouillón, Riobamba, Pedro Lino Funes y Cerrito, se registraron por lo menos siete heridos de arma de fuego y dos homicidios con el sello de las disputas territoriales. El martes, en tanto, reventaron a tiros una vivienda de La Paz al 6700, vinculada con el clan Abregú, otro apellido de peso en el Fonavi del oeste.

Lo que está claro para los investigadores es que un grupo se propuso disputarle la hegemonía del negocio del narcomenudeo en la zona de la antigua Quinta Luciani al clan Tripi, sector que por un tiempo había cedido protagonismo en la crónica policial, luego de resonantes conflictos territoriales a mediados de la década pasada.

El propio Iván Tripi fue detenidos a mediados de 2015 como presunto responsable de una balacera que interrumpió un acto municipal de la entonces intendenta Mónica Fein, ocasión en un funcionario y un vecino resultaron heridos.

Balas entre los monoblocks

Poco más de un mes atrás, el 18 de julio, Hernán Darío F., fue baleado en la esquina de Cerrito y Pedro Lino Funes. El balazo en el estómago lo dejó internado en el Heca. Y esa misma noche la Policía persiguió sin atrapar a una dupla en moto que descartó un arma 9 milímetros.

Luego hubo ataques con balazos a mansalva sobre grupos de personas. El lunes 14 de agosto en Pedro Lino Funes y Pasaje Ancuña, balearon a tres hombres de entre 29 y 32 años. Entre ellos estaba Germán L., quien –según investigadores– está vinculado sentimentalmente con Melina Tripi. Esta mujer recibió un balazo en la pierna el viernes 18 por la tarde, ataque que tuvo otros dos heridos y una víctima fatal, Nicolás Acedo, que detentaba un rango menor en la organización.

Hay quienes aseguran que el feroz asesinato de Antonio Ezequiel López, de 35 años, el pasado 10 de agosto en Alsina y Garay, se enmarca en la saga de Parque Oeste, aunque haya sido cometido en otro barrio. Según versiones barriales, López, conocido como el Loco de la escalera, por su destreza en conexiones ilegales de electricidad, era un hombre de confianza de los Tripi, razón por la que fue ejecutado de 15 balazos.

Con ese panorama no sorprendió el ataque posterior, en la madrugada del 22 de agosto. Lourdes Martina Guzmán, de 17 años, recibió un balazo que le costó la vida horas después. La adolescente estaba con su hermana y con un hombre de 46 años cerca de un quiosco cuando, por razones que se desconocen, los atacaron de al menos 13 tiros. La chica fue declarada muerta horas después.

Lourdes Martin Guzmán, asesinada de un balazo en la cabeza.

Acaso, el último hito pareciera ser la balacera sobre una casa lindera a la Escuela Nº 1309 “Fuente de Vida”, de La Paz y Bolivia. Disparos que retumbaron en un acto escolar y generaron consternación. En la vivienda vecina vive una mujer mayor que es familar de integrantes del clan Abregú, antiguo socio de los Tripi en el negocio del narcomenudeo con epicentro en el Parque Oeste.

El más conocido, Walter “Dulce” Abregú, fue aprehendido en agosto de 2019 tras mantenerse prófugo por tiempo. El Ministerio de Seguridad de la Nación había hecho público su rostro y ofreció 500 mil pesos de recompensa por entregarlo. En noviembre de 2021, el Dulce fue condenado a 8 años de prisión por traficar drogas en el Fonavi Parque Oeste. También hubo sentencias para seis familiares.